Armando.Info: Ante la indiferencia del gobierno, indígenas se agrupan y defienden sus tierras de la guerrilla
Al norte de Amazonas, indígenas piaroas se unieron en 2018 para defenderse y cuidar sus comunidades de grupos guerrilleros colombianos, debido a que estos tienen varios años ocupando sus territorios ante la mirada cómplice del gobierno.
Así lo reveló el último reportaje de Armando.Info «La resistencia indígena se organiza en guardias territoriales». Ajoce Huäyäkä es el nombre que reciben esta especie de vigilantes que no han dejado sus costumbres, pero ahora realizan esta especie de trabajo comunitario. Ellos mismos se describen como un grupo que se constituyó, siguiendo decisiones adoptadas en asambleas, cuando la comunidad empezó a verse rodeada de mafias, guerrillas, mineros y garimpeiros que fueron asentándose en las vecindades. «Pusieron sus barbas en remojo y armaron la resistencia. Pero no había pasado un año de eso cuando fueron sorprendidos con una visita particular: hombres armados que se identificaron como disidencias de las Farc invadieron su territorio y, como ya lo han hecho en otras zonas de la Guayana venezolana, se anunciaron como sus nuevos vecinos con un guión que viene repitiéndose en otras comunidades».
“Informaron que venían del gobierno, que eran aliados estratégicos del país”, recuerda el coordinador general de la Organización Pueblo Unido Piaroa del Cataniapo en Amazonas, Hortimio Ochoa. Solo que en este caso, después del revuelo inicial, terminaron por hacer caso a las demandas de los lugareños, y desistieron de instalarse. “Marchamos, dialogamos y se fueron”. Pero un año después, en febrero de 2020, los mismos uniformados regresaron, esta vez ya para quedarse.
Entonces, más de 700 indígenas de las riberas del Cataniapo volvieron a marchar para expulsarlos, sin éxito.
Ochoa aseveró que los indígenas que forman parte de estas patrullas no portan armas de fuego, «solo se les ve con lanzas de madera» y se trata de la misma comunidad organizada. Se encargan de intervenir en la liberación de personas secuestradas, participa en la búsqueda de desaparecidos en las masacres, previene el reclutamiento de niñas y niños en el conflicto armado, ofrece seguridad en las movilizaciones y eventos de sus pueblos, protección ambiental y seguridad territorial.
En apenas un año, entre 2020 y 2021, surgieron noticias de al menos dos nuevas guardias territoriales indígenas en áreas a las que ha llegado la presencia armada: una en la comunidad piaroa de Pendare, en el municipio Autana del norte de Amazonas, y la segunda en territorio ye’kwana del río Caura medio, en el municipio Sucre del oeste del estado Bolívar. Se sumaron a una lista de cuatro comunidades piaroa de Amazonas, así como de otras en Bolívar, tanto a orillas del río Paragua como del río Cuyuní. El caso más emblemático es el de la Gran Sabana, al suroeste de Bolívar, cerca de la frontera con Brasil, donde unas 86 comunidades del pueblo pemón, entre 120 localizadas en la zona, han adoptado este tipo de patrullas.