Tomás Straka: Las cinco cosas que los jóvenes deben conocer sobre el 23 de enero de 1958
El Ucabista /. El 23 de enero de 1958 es una fecha emblemática para la memoria venezolana contemporánea. Fue el día en que, a raíz de un movimiento que compaginó las fuerzas cívicas y militares, fue derrocado el régimen de Marcos Pérez Jiménez.
El militar, que estuvo al frente de la nación desde 1948, huyó en la madrugada hacia República Dominicana con sus familiares y colaboradores más cercanos, luego de que efectivos militares protagonizaran un levantamiento y lo obligaran a renunciar. Este suceso marcó el fin de la dictadura de 10 años y abrió la puerta a la etapa más larga en democracia que ha tenido el país.
Sobre este tópico, El Ucabista entrevistó a Tomás Straka, historiador y director del Instituto de Investigaciones Históricas «Hermann González Oropeza, sj» (IIH UCAB), quien brindó sus impresiones sobre la recuperación de la democracia en el país y la puesta en marcha, desde el IIH UCAB, del proyecto “Análisis de la erosión de la democracia en Venezuela”.
A propósito de los 64 años de la caída de la dictadura de Pérez Jiménez, ¿podría destacar cinco cosas que los jóvenes venezolanos deban conocer sobre el 23 de enero?
1. Entender por qué el gobierno de MPJ se desmoronó: «Hay muchas razones, pero una de las principales fue su falta de destreza política, que al final lo llevó a enfrentarse con prácticamente todos los actores importantes del país. Cuando ya la Fuerza Armada misma consideró que era más costoso tener a Pérez Jiménez en el gobierno que no tenerlo, ya era el último muro de contención que tenían para que se viniera abajo. Por alguna razón o por otra, prácticamente todos los sectores que, en el año 48, apoyaron el golpe de Estado que derrocó a Rómulo Gallegos -y esto incluye incluso a unos partidos democráticos de oposición-, diez años después habían llegado a la conclusión de que Pérez Jiménez no representaba sus aspiraciones, sino que era contrario de ellas. Lo que ocurrió es que toda la sociedad, en mayor o menor medida, se le opuso. Digamos, las ‘fuerzas vivas’ que le apoyaron se le opusieron y esto generó su desmoronamiento».
2. La acción de la sociedad civil funciona. «La presión de la sociedad organizada y, en términos generales, unida en una dirección determinada, puede generar cambios importantes en las más altas esferas».
3. La represión sola no sirve para explicar la permanencia en el poder. «La represión sola no consolida el poder, ni evita que sectores opuestos al gobierno actúen en contra del mismo. Hasta el dictador más dictador tiene que tender puentes; esto es algo que, por ejemplo, entendió Gómez mejor que Pérez Jiménez».
4. Contra todo pronóstico, se puede llevar adelante una democracia: «inclusive en aquel momento, donde América había estado dominada fundamentalmente por dictaduras militares como la de Pérez Jiménez. Hay posibilidades de democracia, incluso en circunstancias que parecen completamente adversas. Nada hacía pensar que la democracia venezolana pudiera florecer en la América Latina de 1958 y, sin embargo, fue posible».
5. La importancia de una buena política exterior por parte de los opositores a Pérez Jiménez.
Lea el resto de la entrevista en El Ucabista.