¿Qué está sucediendo con el gas europeo?
A lo largo del 2021 el precio del gas natural experimentó una enloquecida evolución al alza, iniciada en el mes de marzo, que no tocó techo hasta el último trimestre del pasado año.
La volatilidad manifestada en los últimos meses por el Henry Hub ha generado un aumento en la incertidumbre en cuanto al comportamiento de los precios, que han mostrado una gran variabilidad originada por la ola de frío en febrero y un incremento de las importaciones de gas natural en Asia y Europa, donde los precios al contado llegaron a marcar máximos históricos.
No obstante, la Administración de Información Energética de EEUU (EIA) vaticina una relativa estabilidad en el precio al contado de Henry Hub durante el 2022 y confía en que se produzca una disminución de los precios del gas natural en el 2023, según se vaya incrementando la producción y se dé un pequeño aumento de las exportaciones de gas natural licuado (GNL) estadounidenses, así como de las exportaciones por gasoductos a México, al tiempo que el consumo se mantiene en niveles similares al 2022 en los sectores industrial y de energía eléctrica.
El gas natural rompe récords
En el mercado europeo, el gas natural ha batido todos los récords históricos según muestra la evolución del índice TTF con una variación de enero a diciembre mayor al 267%.
Esto ha supuesto un grave problema para el mercado energético europeo, que es dependiente del gas natural en muchas ocasiones para poder asumir la elevada demanda y que, debido al sistema marginalista de precios, redunda en que el precio de la luz alcance cifras astronómicas y en que Europa sufra una de las mayores crisis energéticas de su historia.
Y en medio de todo esto, con el gasoducto Nord Stream 2 pendiente de aprobación, la empresa estatal rusa Gazprom dejó de reservar suministros para Europa el pasado mes de diciembre, lo que desencadenó una nueva subida del precio.
Un arma para Putin
Todo parece indicar que Vladimir Putin tiene la sartén por el mango. Por un lado, genera incertidumbre, lo que mantiene la volatilidad en el mercado y por otro, sus resoluciones para presionar a Europa mediante el abastecimiento de gas, pueden influir en los análisis de los operadores de trading con materias primas -que además siempre deben tomar en cuenta el riesgo implícito del apalancamiento- o en aquellos que operan con futuros que, en cuestión de minutos son capaces de provocar -como sucedió el pasado mes de octubre cuando el presidente ruso presentaba a su nación como un proveedor fiable- una caída en los futuros del gas con entrega en noviembre, mayores al 7% tras haberse disparado su cotización un 60% en dos días.
El empleo del suministro de gas como arma para presionar a Europa ha sido duramente criticado por Alemania que advierte de que el chantaje ruso tendrá consecuencias sobre el gasoducto ruso Nord Stream 2, cuyo proceso de certificación se encuentra paralizado en estos instantes y cuyo rechazo supondría un duro golpe para Rusia, ya que la aprobación del mencionado gasoducto redundaría en el aumento de sus exportaciones evitando el pago de derechos de paso a Ucrania, para quien éstos ingresos suponen el 4% de su PIB.
Lo cierto es que el Kremlin está acusado de ahogar intencionadamente el suministro de gas a Europa con objetivos geopolíticos. De hecho, Gazprom disminuyó sus exportaciones europeas en el último trimestre del año en un 25%, enfocando dichas reducciones en áreas estratégicas como el gasoducto Yamal-Europa y los envíos a través de Ucrania. Ante las acusaciones, Gazprom afirmaba cumplir los contratos en su totalidad.
El escenario nos muestra una situación que pone de manifiesto la deficitaria realidad europea en cuanto al abastecimiento de energía así como la entrada a escena de EEU. Y es que en las últimas semanas las exportaciones estadounidenses de gas natural licuado a territorio europeo han crecido de manera considerable, lo que sin duda constituye un alivio para el viejo continente acuciado por la falta de energía y su tensa relación con Rusia.
No obstante, aunque en opinión de algunos analistas lo peor de esta crisis podría haber pasado -lo que debe agradecerse en gran parte a los metaneros procedente de EEUU- aún pasará tiempo hasta que los mercados energéticos noten el alivio de tensión y las reservas gasíferas se restituyan de nuevo.