23 – E
Se fue, se fue, se fue… era el coro de voces que despertaron al amigo Juan en horas de la madrugada.
-¿Quien se fue? le preguntó agitado a su esposa, que estaba pagada a la radio y al televisor tratando de escuchar alguna noticia al respecto… pero, solo se escuchaba música clásica.
Ya en la calle, a medida que transcurría el tiempo, las manifestaciones eran cada vez más grandes. A eso de las 6 am se supo la noticia: «Se fue el presidente», al igual que el dictador Marcos Pérez Jiménez en 1958, se montó en un avión dejando el pelero. Su destino final, de inmediato se transformó en un tema de discusión: Algunas personas opinaban que era Rusia, otros que era China, ¿por qué no Corea del Norte?, señalaban algunos. Pero, la gran mayoría pensaba que definitivamente sería Cuba.
En todos los medios de comunicación (redes, televisión y radio) se veía y escuchaba que las manifestaciones en todo el país eran sin lugar a dudas una Huelga General. Trabajadores, estudiantes, enfermeras, jubilados, pensionados, educadores, médicos, empleados etc. etc. marchaban bajo una sola consigna:
«Todas las luchas una sola lucha»
«Fuera el régimen hambreador»
«Abajo la dictadura»
«El pueblo unido jamás será vencido»
El sátrapa dictador, antes de abordar el avión, activó su radio transmisor para ordenar la activación del Plan Republica:
Tiburón 1, llama a todas sus pirañas de las FF.AA. milicianos, paramilitares y afines para ordenarles que salgan a reprimir a sangre y fuego a los manifestantes terroristas-oligarcas que pretenden acabar con nuestra «revolución»
Como respuesta, solo recibió un silencio absoluto. Nadie respondió. El cardumen de pirañas dejó solo al Tiburón y en las unidades de transporte disponibles, buscaban como salir del país.
Juan, con una bandera nacional de siete estrellas en la mano y agarrando a su esposa con la otra, se incorporó a la manifestación en su recorrido de Libertad. Marcharon unidos hacia las cárceles del régimen para liberar a los presos políticos. En la Tumba y Ramo Verde no encontraron resistencia alguna, los esbirros habían abandonado los centros de tortura. El Palacio de Miraflores y el Fuerte Tiuna parecían un pueblo fantasma.
Al mediodía, una Junta Patriótica, integrada por representantes de la Sociedad Civil, Conferencia Episcopal, sector empresarial, universidades, estudiantes, trabajadores y gremios se dirigen al país en cadena nacional para anunciar oficialmente la caída de la dictadura y los pasos a seguir para el restablecimiento de la democracia en el país.
El padre Luis, autorizado por la Junta, fue el encargado de dar la información:
….»al mundo entero queremos anunciarle que el camino democrático que hoy 23 comenzamos a recorrer será presidido por…..»
El sueño de Juan, fue interrumpido por la alarma de su reloj despertador. Sin embargo, el sueño libertario que había tenido, a pesar de no haberlo culminado, sembró en él una esperanza de «Un Nuevo 23 de enero». Seguidamente, abrazó a su esposa diciéndole «La lucha continúa.