Elección popular del liderazgo opositor
El país requiere de una urgente actualización política. La farsa del 21 de noviembre ni siquiera aparentó conseguirlo.
Hay que esperar al régimen para que haya elecciones libres. Y no tratamos sólo de los órganos del Poder Público.
Colegios profesionales y sindicatos ejemplifican la urgencia. No hay representatividad capaz de sacar a esas entidades a flote.
Sólo están vigentes – por ahora – los comicios parlamentarios de 2015 y la consulta popular de 2017. No basta con lavar las ventanas: necesitamos reedificar nuestras esperanzas a través de iniciativas concretas y diferentes.
Que toda la ciudadanía de oposición elija a sus legítimos conductores. Es un buen comienzo para enero venidero.