Javier I. Mayorca: La caída de Vielma Mora
José Vielma Mora llegó a ser visto en el oficialismo como uno de los posibles relevos de Hugo Chávez. Su gestión de ocho años en el Seniat desde luego que tuvo claroscuros, pero puertas adentro sus empleados lo apreciaban entre otras razones porque procuraba mantenerlos lejos de la diatriba política, y con un nivel aceptable de beneficios económicos.
Este Vielma, ahora diputado a la Asamblea Nacional oficialista, es el mismo acusado en Estados Unidos por el presunto pago de sobornos y enriquecimiento ilícito en la importación de cajas Clap, cuando fue gobernador del Táchira (2012-2017).
El documento con las imputaciones, conocido el 8 de octubre, precisa que Vielma manejaba estas operaciones a través de la Comercializadora de Bienes y Servicios del Estado Táchira (Cobiserta), en conjunción con la Corporación Venezolana de Comercio Exterior (Corpovex).
Los hechos investigados abarcan el lapso 2015-2020. Una pieza fundamental de este esquema es Alvaro Pulido Vargas, el socio de Alex Saab en el Group Grand Limited y Asasi Food. Según la acusación, a partir de 2016 Vielma se reunió con Carlos Lizcano Manrique y otros dos individuos cuyos nombres permanecen en reserva, para llevar las cajas Clap a Táchira.
El dato clave en esto es que Vielma habría acordado con el grupo de Pulido y Carlos Lizcano Manrique pagar cada ración a 34 dólares, a sabiendas de que “el costo de producir e importar las cajas de comida era muy por debajo” de ese precio.
La operación involucró un pago de 340 millones de dólares.
Según la pesquisa, Vielma habría recibido 17,2 millones de dólares. La justicia estadounidense invoca jurisdicción en estos casos porque los pagos de los sobornos fueron hechos a través de cuentas vigiladas por el sistema financiero de ese país, a pesar de que fueron abiertas en localidades tan distantes como los Emiratos Árabes Unidos y Antigua.