Unos pasan agachados, otros tiran piedras
En el juego de domino hay jugadores que tienen la piedra que corresponde colocar, pero optan por pasar. Hacen trampa porque si colocan esa ficha pueden perder el partido. Si los contrarios conocen el juego en el que era experto Héctor Simosa, el Tigre de Carayaca, fácilmente descubren al tramposo. Otros solo tiran piedras, sin conocimiento del juego, por lo que confunden a todos y, a la larga, pierden.
En política, los que pasan agachados, es decir que se hacen los locos o desentendidos ante situaciones que ameritan fijar posición, son tramposos o cobardes. Optan por dejar hacer, dejar pasar, como postulaban con respecto a la economía los fisiócratas franceses. Inicialmente pueden sacar alguna ventaja, pero el tiempo los pone al descubierto. Los tirapiedras abren la boca o disparan un tuit sin comprobar su veracidad. Cuando se trata de corrupción, no solo por dinero, sino por maniobras no éticas, es un delito pasar agachado y también tirar piedras sin tener información confiable.
En nuestra situación actual comencemos por tres premisas básicas:
1-Maduro es el adversario, porque son evidentes sus violaciones a la Constitución, el empobrecimiento de los venezolanos y la destrucción de las instituciones y de la infraestructura.
2- De acuerdo a la Constitución, Guaidó es el presidente interino y el líder reconocido por los principales gobiernos democráticos. Cierto que hay otros venezolanos mejor preparados, pero las circunstancias lo impusieron. Ha tenido el tino de no descalificar a ningún otro líder y siempre predica la unidad de la oposición. Se le aprecia timorato ante ciertas situaciones, desconocemos si por su personalidad o porque está sujeto a las presiones de la mayoría parlamentaria. No apoyarlo y no prorrogar el período de la Asamblea Nacional electa en el 2015 sería un suicidio político.
3- La tercera premisa es que no hay ningún líder, ni partido de oposición, que por su cuenta puedan vencer a Maduro. La unidad es requisito necesario, aunque no suficiente, para sacar al usurpador.
No es fácil derrotar una dictadura que tiene apoyo de la Fuerza Armada, del Tribunal Supremo de Justicia y de algunos países que también tienen gobiernos no democráticos. Ello implica no descalificar sin base a quienes están del lado de la democracia, pero también obliga a denunciar hechos de corrupción, así como componendas con el régimen o posiciones que lo benefician.
Campaña para descalificar a Guaidó: Es evidente que hay una campaña para descalificar al presidente Guaidó y para no renovar el Estatuto de la Transición:
1- Las declaraciones de la mayoría de los dirigentes de los partidos de oposición han sido desafortunadas, por decir lo menos.
2-Es injusto criticar que él no ha podido poner fin a la usurpación o que no logró el ingreso de la ayuda humanitaria por Cúcuta.
3- La Comisión Delegada de nuestra Asamblea Nacional no ha aprobado los recursos para cancelar los honorarios de los abogados que defienden los intereses de los venezolanos en el exterior, asumiendo una desidia que raya en sabotaje. De no aprobarse, perderemos esos activos que ya estaban prácticamente perdidos cuando los asumió el gobierno interino.
4- Quienes postularon que el gobierno interino no había querido invocar el Tratado Internacional de Asistencia Recíproca (TIAR), el de Responsabilidad de Proteger(R2P), ni el Tratado de Palermo, tenían información de que ningún país estaba dispuesto a aplicarlo y
5- Es un exabrupto calificar de colaboracionistas a quienes negocian en México. Cierto que nuestro equipo negociador ha debido contar con algunos expertos en esta materia y que probablemente no se consiga lo que queremos, porque al régimen lo que le interesa es ganar tiempo. Pero ante la falta de otra opción viable y la petición de los países amigos, es necesario tratar de permanecer en la Mesa.
Candidaturas impuestas. Las directivas de los principales partidos impusieron candidatos a gobernadores y alcaldes sin considerar la aceptación de las regiones. En muchos casos no tenemos candidatos unitarios y en otros son poco atractivos.
Somos partidarios de votar el 21N, para estar en mejor posición si se logra el referendo revocatorio, pero el panorama actual permite visualizar que probablemente el régimen ganará la gran mayoría, a pesar de que su popularidad está por el suelo.
La corrupción. Probablemente algunos casos sean ciertos, pero otros son inventos del régimen y de algunos opositores desleales.
A Guaidó le ha faltado coraje para enfrentar esta situación. Pareciera que en Cúcuta algunos se aprovecharon de las ayudas recibidas. El caso de Monómeros Colombo-Venezolanos fue mal manejado,por injerencia de políticos que todavía piensan que las empresas del Estado son para colocar militantes y amigos. Debe investigarse. Con Citgo ha habido una campaña mal intencionada. Estamos seguros de que esa empresa se ha manejado correctamente, no solo por la limpia trayectoria de la directiva y gerencia, sino por el eficiente control que ejercen las instituciones de Estados Unidos.
¿Quiénes son los culpables de tantos desaguisado? Viene a mi memoria una anécdota familiar. Hace años mi sobrina Karola, en ese entonces de unos cuatro años, jugaba con otros muchachos y, por alguna razón, le hicieron bromas que no le gustaron, por lo que los señaló con su dedito y sentenció: todos son unos… Creo que este es el caso. Con alguna excepción, nuestro liderazgo es culpable. Ojalá rectifiquen, ya que queremos seguir apoyándolos. Nadie debe pasar agachado, ni tirar piedras.
Como (había) en botica: Es satisfactorio comprobar que nuestros científicos siguen investigando con muy pocos recursos. Felicitaciones a la doctora María del Carmen Rodríguez, ganadora del premio Juan Carlos Olivares. También a la académica Gioconda Cunto de San Blas por la publicación de su libro Con la patria a cuestas. ¿Cuánto dinero recibiría la jueza Kenia Carrillo Galvao por absolver al sargento Arli Méndez Terán, asesino del joven David Vallenilla? ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!