Narváez: Centros de reclusión del chavismo se convirtieron en funerarias a capilla ardiente
El abogado defensor de los DDHH, Rafael Narváez, condena la violación del derecho a la vida y su preservación en las personas presas, establecido en el artículo 143 de la Constitución. Esto, a propósito del fallecimiento el 12 de octubre del general Raúl Isaías Baduel, bajo la custodia de la administración chavista.
Con la muerte del militar, la cifra de decesos de presos políticos aumentó a 10, de acuerdo a información de la ONG Foro Penal. A juicio de Narváez, los centros de reclusión, en especial las sedes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), fueron convertidos en «funeraria en capilla ardiente» al no proteger y garantizar la vida de los detenidos. A juicio de Narváez éstas son «suficientes razones para que la Fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, exija a la Sala de Cuestiones Preliminares firmar el informe preliminar».
Ante lo sucedido con Baduel, Narváez exige a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, que aplique el protocolo de Minnesota y así «evitar que funcionarios del Estado que sean sospechosos de haber cometido este crimen puedan actuar y/o influir en la investigación» y considera que para ello, debe crearse una comisión independiente para el esclarecimiento del caso, «tomando en cuenta que hay muchos testimonios de familiares y abogados de la defensa que cuestionan la tesis de muerte por covid-19», dijo.
Para finalizar, el abogado recordó los casos de Fernando Albán y el capitán Acosta Arévalo, quienes también fallecieron bajo la custodia del Estado venezolano, a quien responsabiliza por las «atrocidades, vejaciones, torturas y asesinatos contra los presos políticos en los centros de detención».
