Efe: Chavismo aprovechó conmemoración de la resistencia indígena para hacer campaña electoral
«Que vote mi gente por Carmen Meléndez». Así suena la canción con la que un grupo musical venezolano ameniza lo que, supuestamente, es la celebración de la «resistencia indígena», aprovechado, desde su arranque, para promover el voto chavista para las elecciones regionales y locales del próximo 21 de noviembre.
Meléndez es la candidata oficialista a la Alcaldía de Caracas y quienes jalean su promoción son simpatizantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), ataviados con camisetas, gorras y banderas, que celebran el evento preelectoral bajo la excusa de reconocer la fuerza y raza de las etnias minoritarias.
La festiva convocatoria la lanzó la «Misión Ribas», un programa educativo gubernamental fundado por el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), cuyo nombre se eligió en honor a José Félix Ribas, militar venezolano que destacó, según cuenta la historia, en la guerra de la Independencia.
Pero la misión se afana, este 12 de octubre, en una tarea partidista y electoral entre banderas del Psuv, muy alejada de la pedagogía y la docencia, y más apegada a la política del partido que le dio la vida.
A la organización la acompañan también instituciones gubernamentales con pancartas que elogian la resistencia indígena, con colores y símbolos que se entremezclan, en el mismo trozo de tela, con promoción partidista.
Guaicaipuro, eclipsado por Chávez, Maduro y el Psuv
«Chavista, chavista, chavista, el Psuv, el Gran Polo Patriótico…», dice uno de los animadores del acto desde una tarima montada para la ocasión, en la que el recuerdo al guerrero indígena Guaicaipuro se queda diluido entre las loas a Chávez y Maduro.
«Hay que mostrarle al mundo lo que está pasando hoy, este día, en Venezuela. Está el espíritu aguerrido de Guaicaipuro, está el espíritu aguerrido de Chávez, y está la determinación bravía de nuestro presidente Nicolás Maduro Moros», gritaba otro orador.
Y pasándose el micrófono de uno a otro, entre consignas y algún que otro error de fechas, la fiesta política continuó venciendo a la histórica por goleada.
«Un día como hoy, hace 15 años, el comandante Chávez decretaba el día 12 de octubre como el Día de la Resistencia Indígena», explicaba uno de los oradores a los asistentes, apiñados sin respetar las medidas de seguridad para evitar contagios por covid-19, en un momento en el que Venezuela no logra reducir los casos e ignora la distancia y el uso generalizado de tapabocas.
Pero poco parece importar la pandemia, así como tampoco importa que el animador haya errado en la fecha del decreto chavista, aprobado en el año 2002, es decir, hace 19 años.
Más claro parece tenerlo la indígena representante del pueblo Wayúu Yuleima Cambal, quien le dijo a Efe que ella no celebra nada, sino que está presente para recordar el pasado y apoyar a Maduro.
«Estamos aquí en Caracas, no celebrando, sino recordando los 529 años de resistencia de nuestros ancestros y aquí estamos todavía, apoyando el proceso del presidente Nicolás Maduro y tomado en cuenta por el presidente Hugo Chávez Frías», explicó.
Y también al mandatario jaleó la ministra para Pueblos Indígenas, Roside González, quien, a voz en grito, prometió seguir resistiendo.
«¿Dónde están los indígenas de Nicolás? Un saludo solidario y revolucionario, a 529 años de resistencia. Conmemoramos una fecha grata para nosotros como pueblos indígenas. No nos vamos a dejar, aquí están los pueblos resistiendo, aquí está la fuerza de Nicolás», manifestó.
La pandemia, en segundo plano
La colorida celebración, que congregó a cerca de mil ciudadanos -entre ellos algunos indígenas, y otros disfrazados con plumas y pinturas, a modo de etnias originarias-, sirvió también para olvidarse por unas horas de que el mundo vive una pandemia que ha costado la vida a más de 4 millones y medio de personas, de las que, al menos, 4.634 fallecieron en Venezuela.
La jornada de reivindicaciones políticas y sociales, pero sin normas sanitarias, se da en un momento en el que Maduro se plantea flexibilizar las medidas impuestas -aunque no cumplidas- para evitar la propagación de la covid-19, pese a que los datos brindados por el propio Gobierno señalan que la situación ha empeorado considerablemente.
En octubre de 2020, las cifras de nuevos contagios oscilaron entre los 289 y los 791 diarios, mientras que en el mismo mes de este año, la jornada que menos afectados sumó fue la del día 10, con 1.110 personas que contrajeron el virus y, en el lado opuesto, la del día 2, con 1.638 contagiados.
A pesar de que la evolución es claramente desalentadora, los actos políticos multitudinarios, tanto de oficialismo como de oposición, se celebran sin pudor, ante la proximidad de las elecciones regionales y locales del próximo 21 de noviembre, para las que ambos bandos se afanan en buscar votos, dejando la pandemia en un segundo plano. EFE