Benigno Alarcón: En la negociación de México no hay zona de acuerdo posible
El director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Benigno Alarcón, expresó que «están muy claros» los objetivos de la administración de Maduro para las elecciones del 21N: desplazar a la oposición, porque «el gobierno al ser minoría busca fraccionar a la oposición para convertirse en una mayoría relativa».
A través de una entrevista concedida al Circuito Éxitos, Alarcón resaltó que para los comicios del próximo mes se escogerán 3.082 cargos y hay alrededor de 70.000 candidatos. «Obviamente este fraccionamiento es mucho más fácil porque son elecciones locales y regionales y el gobierno puede tener un país pintado de rojo el lunes 22 de noviembre con lo cual podrá decir que la oposición ya no es mayoría y de cara a las negociaciones en México se preguntará: ¿con cuál oposición me siento?», dijo y afirmó que en ese proceso de diálogo «no hay zona de acuerdo posible».
Ante esto, explica que es porque el gobierno busca que le quiten las sanciones y conseguir algunas cosas menores para que la oposición se conforme, «lo importante es que no se puede perder el centro y es que hay que conseguir condiciones para unas elecciones verdaderamente democráticas».
En el caso del grupo opositor señaló que este sector no hubiese querido ir hacia ese proceso electoral porque no están dadas las condiciones pero que al final terminan cediendo porque dentro de la oposición hay líderes que desean competir y que además «las elecciones terminan dando vida a los partidos políticos» porque «son maquinarias organizadas y cuando las dejas sin trabajo, la gente termina buscando otras plataformas en donde puedan competir», destaca.
En cambio, los venezolanos están en una incertidumbre «normal en un proceso de esta naturaleza y se preguntan si esta elección servirá para avanzar hacia un cambio o terminará legitimando al gobierno. Alarcón señala que esta elección debe servir para que haya unidad en la oposición y «lamentablemente no es lo que estamos viendo hoy. Sin unidad, no hay posibilidad», dijo.
En ese sentido, Alarcón resaltó que este proceso electoral no es en democracia y «una elección que no es en democracia implica que los demás tienen que unirse, no hay de otra forma. Es necesario entender que la libertad implica responsabilidad, y no se puede en nombre de esa libertad fragmentar a una unidad que es fundamental para poder retornar a la democracia. Los que se hacen llamar oposición deben terminar sincronizando con la gente porque al final del día, es el eslabón más débil de la cadena y es la que termina pagando los platos rotos de lo que no se hace bien», apunta.
Alarcón resalta que «pareciera que no hemos aprendido nada después de 22 años» y por eso destaca que es necesario exigir responsabilidades a quien sea líder y si el liderazgo no funciona, debe apartarse para darle oportunidad a otro. «No puede ser que veamos al mismo liderazgo que hemos apoyado casi de manera incondicional en cometer los mismos errores y con una dinámica que pareciera de los primeros años del inicio de este proyecto».
¿La muerte del general Baduel puede que cambie algo de cara a las elecciones del 21N?
«Es difícil saberlo. Baduel tenía el respeto de los militares profesionales y eso, de alguna manera, lo mantenía encerrado. «La muerte del general Baduel es responsabilidad del gobierno porque estaba bajo su custodia», finalizó.