Lavrov acusa a Borrell de haberle pedido la retirada de mercenarios rusos de Mali
Naciones Unidas, 25 sep (EFE).- El ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov, criticó este sábado, en la sede de Naciones Unidas, al jefe de la diplomacia europea, Joseph Borrell, al que acusó de haberle pedido que Rusia se retire de Mali.
Según Lavrov, en una reunión mantenida con Borrel, este último le dijo «explícitamente» que Mali era de la Unión Europea y, según el político ruso, cuando Lavrov le ofreció cooperación, la respuesta de Borrell fue: «Marchaos de Mali».
El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, advirtió ayer al Gobierno de Transición de Mali sobre las consecuencias del despliegue de mercenarios rusos de la compañía paramilitar Wagner en el país.
“Una eventual intervención de la sociedad paramilitar Wagner en Mali, cuyos abusos en otros países están comprobados, tendría consecuencias inmediatas en la cooperación entre la UE y el Gobierno de Transición”, señaló Borrell que se reunió este viernes en Nueva York con el ministro de Exteriores del Gobierno de Transición de Mali, Abdoulay Diop.
En este sentido, Lavrov defendió la presencia de mercenarios rusos en suelo maliense y aseguró que el Gobierno de Mali los contrató tras considerar que no tienen capacidad suficiente para gestionar la seguridad por sus propios medios.
«Esta es una actividad que se lleva a cabo sobre una base legítima y se aplica a las relaciones entre el gobierno legítimo del estado anfitrión (…), por un lado, y aquellos que brindan servicios a través de especialistas extranjeros», por el otro lado, dijo Lavrov.
El reconocimiento de los talibanes «no está sobre la mesa»
Lavrov aseguró también que «la cuestión del reconocimiento internacional de los talibanes en la coyuntura actual no está sobre la mesa».
En una rueda de prensa celebrada poco antes de su intervención ante la Asamblea General de la ONU, Lavrov apuntó que esta ausencia de reconocimiento no impide mantener contactos con las nuevas autoridades de Afganistán, que se hicieron con el poder tras la reciente retirada de Estados Unidos del país, tras dos décadas de ocupación.
Ante los periodistas, Lavrov no se hizo eco de las denuncias lanzadas por numerosas organizaciones civiles e internacionales como ONU Mujeres sobre las violaciones de derechos humanos de los talibanes y se limitó a insistir en que se han comprometido con la ONU y con el respeto de los derechos de las mujeres.
«Lo que es más importante es que cumplan esas promesas, el primer paso ha sido dado: la creación de estructuras transitorias de Gobierno», dijo el jefe de la diplomacia rusa.
Asimismo, volvió a criticar la «apresurada retirada» de las tropas estadounidenses «y otras tropas de la OTAN» de Afganistán por haberse llevado sin «tener en cuenta las consecuencias».
«Las consecuencias son que quedan muchas armas en Afganistán. Y todos vemos la necesidad de velar por que estas armas no sean tomadas y utilizadas con fines destructivos», dijo Lavrov antes de aclarar que, de momento, «los talibanes han proclamado su intención de combatir el extremismo, de combatir el terrorismo, incluido el Estado Islámico y Al Qaeda, y a no proyectar inestabilidad en los países vecinos». EFE