AFP: Niños del Zulia usan billetes devaluados para jugar Ajiley y hacer figuras
Niños de Puerto Concha, un pueblo pescador del estado Zulia, juegan con bolívares en efectivos que ya están fuera de circulación, devaluados como consecuencia de la inflación.
Los infantes usan los billetes además para hacer coronas y otro tipo de figuras. «Si vos ponéis cien, te ganáis cien», relata a AFP una niña la cual coordina la partida de Ajiley, un popular juego de cartas en el país. Guardan el papel moneda en una caja de cartón.
Durante el 2021, el bolívar se ha depreciado un 72,54% y en las próximas horas pasará por una nueva reconversión monetaria la cual restará otros 6 ceros a la moneda para un total de 14 ceros eliminados en 13 años.
No obstante, en Puerto Concha importa muy poco el bolívar. En los últimos años los habitantes han emigrado a los pesos colombianos, ya que esa población es fronteriza con Colombia.
«Aquí el bolívar ya pasó a la historia», matiza Jonatan Morán, un obrero de una finca quien también se encarga de una bodega llena de productos colombianos menos costosos que los locales.
«El nuevo bolívar que salió ni lo conozco, ni lo quisiera conocer. ¿Para qué?», preguntó tajante.
En Puerto Concha, muchos optan por cambiar dólares a pesos debido a que se les hace más fácil las compras al menudeo, lo cual no ocurre con la divisa estadounidense ya que la dolarización informa limita el flujo de dólares de baja denominación.
«Ahorita es más beneficioso el peso que el bolívar, porque el bolívar no nos da», refiere María Martínez, una vendedora de lotería de 38 años, quien no piensa trabajar con los nuevos billetes «porque el bolívar está desvalorizado».
Pese a que capta pagos en bolívares por transferencias, Hugo Fernándes, dueño de un local de víveres revela que supo de los últimos billetes del BCV por unos turistas que visitaron el sitio hace 4 meses.
«Los guardamos para tenerlos de recuerdo, porque no los habíamos visto, y ahora los van a cambiar otra vez», apuntó el comerciante de 24 años, quien se siente más confiado de trabajar con pesos del vecino país. «Por lo menos es más estable», finalizó.