Putin: entre Stalin y Hitler
Los tiranos tienen ocurrencias muy particulares. La última del dueño del Kremlin surge con una ley que prohíbe comparar a Stalin con Hitler. Por creerse Zar del mundo sólo con su permiso se podrá interpretar la historia. Putin, amo del pensamiento.
Vista la experiencia histórica no es tan difícil la comparación y mientras existan países democráticos, prevalecerá la libertad de expresión, la investigación académica, el derecho a pensar, la independencia analítica y la crítica libre.
El nazismo gobernó en Alemania de 1933 a 1945. Al perder la mayoría en el parlamento Hitler gobernó por decreto pasando por encima de la estructura estatal.
Stalin concentró el poder, desarrollando el centralismo burocrático, imponiendo la obligatoriedad de pertenecer al partido comunista.
Hitler declaró ilegales los grupos políticos en Alemania, exceptuando el partido Nazi.
Stalin concentró el sistema económico en manos del Estado y este era él, como el Führer en Alemania.
El estalinismo concebía el nacionalismo como modelo bajo su única autoridad.
El nazismo abolió las libertades básicas, convirtiendo el tercer Reich en un Estado policial, encarcelado a sus oponentes.
Stalin dirigía acciones feroces asesinando millones de personas.
Ambos se basaron en la sumisión y el terror. Practicaron el culto a la personalidad; el partido era el dueño absoluto. Los campos de concentración, las estructuras económicas bajo control, la militarización y el impulso de las dos sociedades a la guerra.
El historiador Richard Overy se ha esforzado en estudiar la problemática en diversas investigaciones. Su valioso trabajo consigue un límite, es difícil señalar la diferencia entre ambos personajes. Algunas de ellas emergen en las obvias distinciones entre Alemania y Rusia. Una de sus conclusiones expresa:
“Stalin necesitaba el Estado para controlar el partido, Hitler necesitaba el partido con el objeto de controlar el Estado”.
El problema es hoy
La historia es rica en enseñanzas. Lamentablemente las tragedias se repiten, con mayor peligrosidad, debido entre otras cosas, al desarrollo científicio-tecnológico, que paradójicamente facilita el camino a la barbarie.
Observando hoy, Putin y sus alumnos son tan peligrosos para el valor de libertad, como sus antecesores señalados en este comentario. El Zar Ruso es una síntesis perfecta del totalitarismo, divorciado completamente de los principios de la democracia. Es un poder arbitrario condimentado con fuertes rasgos nazistas y degeneraciones marxistas como las señaladas sobre el Estalinismo. Lo peor es la existencia de “Putines” en varios continentes. “Putines” tropicales han establecido autocracias que no conocen de Constitución, ni respetan los derechos que han dejado de ser universales, pisoteando la dignidad de las personas. Hablan de diálogo falsamente y mienten sin escrúpulo alguno.
En fin, hay muchos tiranos y se parecen a Putin, y todos a los dos que les conté.