NYT: El intérprete afgano varado y los soldados estadounidenses que no lo dejaron atrás
The New York Times publicó este viernes la historia de «Mikey», un afgano que trabajó como intérprete de las Fuerzas Especiales de EEUU en Kabul: Mikey hizo de todo, desde facilitar las negociaciones con los líderes afganos locales que eran leales a los talibanes hasta advertir a un convoy sobre una emboscada.
“Mikey no solo era un intérprete”, recuerda el sargento de primera clase Joseph Torres, un texano que sirvió en las Fuerzas Especiales. “Él era nuestro salvavidas. Iba a todos los lugares a los que fuimos en las misiones más remotas y peligrosas. Gracias a su trabajo regresamos vivos a casa después de los despliegues”.
Pero con la llegada de los talibanes, todo cambió, el afgano se quedó solo. En medio del caos, decidió salir del país y corrió de manera desesperada con su esposa y sus dos pequeños hijos hasta el aeropuerto, pero quedaron atrapados por un tiroteo. Su esposa y su hijo de 6 años recibieron disparos en los pies.
Mientras cargaba al niño ensangrentado y gritaba buscando un hospital recordó su tiempo en el campo de batalla con las fuerzas estadounidenses. “Después de todo lo que hice por los estadounidenses”, dijo. “Después de todo mi arduo trabajo y arriesgar mi vida, pensaba, ¿esto es lo que le toca a mi familia? Nos están dejando morir”.
Mikey llevó a su familia al hospital y luego se escondió, buscaba una habitación sin ventanas para esconderse, mientras el gobiernod de EEUU le daba un plan de evacuación y la aprobación de solicitud de visa. Temía que los talibanes lo encontraran.
El sargento Joseph Torres que trabajó con Mikey durante mucho tiempo, tenía la obligación de sacarlo de Kabul. Para logralo, Torres y unos 20 miembros del ejército, retirados y en activo, formaron un grupo de chat de WhatsApp y un hilo de correos electrónicos. Se comunicaron con contactos militares, funcionarios del Departamento de Estado y miembros del Congreso para tratar de que Mikey y su familia pudieran abordar un avión militar.
Ellos dicen que entienden que los ciudadanos estadounidenses tienen prioridad cuando se trata de las evacuaciones, pero les indigna la falta de un plan claro para todos los afganos que trabajaron con los estadounidenses y que ahora pueden sufrir represalias porque los talibanes tienen el control del país.
“Es exasperante”, dijo el sargento Torres. “Se me rompe el corazón cuando pienso en todas las personas que no tienen el apoyo que le dimos a Mikey”.