Lo de México no son negociaciones, son reparticiones: Daniel Varnagy
Las elecciones convocadas para el 21 de noviembre por el CNE escogido por la cuestionada AS/2020, han sido promocionadas como un espacio para lograr la inclusión y participación de todos los sectores políticos, y de ser así, da pie para revertir las decisiones de intervención de algunos partidos políticos, tomadas por el Tribunal Supremo de Justicia.
Estas intervenciones no son algo nuevo, pero en los últimos años se han incrementado, y para organismos como la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, son calificadas como parte de la reducción del espacio cívico y garantías democráticas, apuntado la administración de Nicolás Maduro.
Para las venideras elecciones, el Poder Electoral habilitó 110 organizaciones nacionales, regionales e indígenas para postular a los distintos cargos. Nuevos partidos se han creado, como Fuerza Vecinal (conformado por varios alcaldes), así como la devolución de varias tarjetas emblemáticas, como la de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), tarjeta más votada en unas elecciones en la historia del país.
Pero de todas las organizaciones debidamente registradas que conforman la plataforma unitaria, el G4, que agrupa a los cuatro partidos con mayor respaldo en elecciones (Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo) es el más afectado, si define su participación en los comicios de noviembre, pues en la actualidad se encuentran muy disminuidos y desconectados de la población, añadiéndole que la desconfianza de los venezolanos en que la negociación pueda generar acciones que mejoren su calidad de vida, hace que estos partidos opositores a Nicolás Maduro, se vean afectados.
Sin embargo, en este sentido Daniel Varnagy, profesor investigador del Departamento de Ciencias Económicas y Administrativas en la Universidad Simón Bolívar (USB), considera que Venezuela no está viviendo una época nada buena en cuanto a elecciones se refiere, pues con la judicialización de los principales partidos políticos, «se cambiaron juntas directivas, se nombraron unas que no representan la voluntad de las bases de esos partidos y todo eso crea un clima de desconfianza en todo el tema electoral”, expresó.
Varnagy piensa que quien pierde es la sociedad civil, por un lado, y por otro los liderazgos políticos que están surgiendo.
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