Lamento margariteño
Pasa la mañana entera sin que nadie quiera
Su carga comprar ay, su carga comprar
Todo, todo está desierto, y el pueblo está lleno
De necesidad, ay, de necesidad
Lamento borincano
Recordemos que Lamento Borincano es una canción escrita por Rafael Hernández Marín en 1929 que narra crudamente las condiciones de pobreza que experimentaban los campesinos en Puerto Rico, Después de su creación, se convirtió en un éxito casi instantáneo en Puerto Rico y en Latinoamérica.
En la malhadada Venezuela socialista del siglo XXI hay también mucha, profunda y permanente lamentación; la felicidad ofrecida por el engatusador de la comarca, el encantador de serpientes, el cantamañanas del llano, llegó ciertamente, pero desde otra isla del Caribe. la llamada Isla de la felicidad obligada, a riesgo de que aquel que se reconozca descontento e infeliz con la felicidad impuesta pasé largos meses en prisión:
¡Pa’ que aprenda que el castro comunismo se respeta como sea!, Caballero!
En la desgraciada roja – rojita república hay lamentos de todo tipo: internacionales, nacionales, regionales, estatales y municipales; en mi caso me voy a referir a la lamentación margariteña.
Después de casi cinco años viviendo en la ciudad dorada y de los saberes: Salamanca, cumpliendo compromisos académicos y literarios en mi condición de investigador emérito del Centro de Estudios Ibéricos y Americanos de Salamanca (CEIAS), por insistencia de mi – ahora,- fallecida esposa decidimos regresar al país para instalarnos definitivamente en la Isla de Margarita: muchas eran sus ansias de sol, playa y mar, y, sobre todo, del afecto de sus familiares navegados hace más de 30 años y ahora verdaderos ñeros.
Como novísimo navegado, en el entendido de que no hay una segunda oportunidad para una primera impresión; la isla desprotegida o protegida, es fiel reflejo de la conocida y emblemática pieza musical del maestro Inocente Carreño:
Margarita es una lágrima