La designación de la nueva ministra de educación es una bofetada para los docentes del país
Existe una enorme preocupación con la designación de la nueva ministra de educación Yelitze Santaella, cargo dado como premio de consolación tras haber perdido en las primarias del Psuv debido a su cuestionada gestión al frente de la gobernación del estado Monagas.
Una vez más, se escogen ministros por criterios de lealtad política y no por razones de probidad e idoneidad profesional y académica, necesarios para el interés de la nación. Bajo la sombra del autoritarismo, la educación está postrada al servilismo político y al dogmatismo ideológico y con la nueva ministra esta realidad no va a cambiar, se agrava aún más.
Las razones del nombramiento de la profesora Santaella no se deben a una preocupación por la calidad educativa o la búsqueda de la excelencia en la docencia. No tiene como fin el conocimiento o la formación académica, es la garantía de una educación solo para el control social y político. Es un torpedo contra el sistema educativo del país.
La persecución en las escuelas por pensar distinto está garantizada con la nueva ministra. La gerencia educativa de los institutos y liceos, como viene sucediendo, serán cuadros políticos al servicio del autoritarismo peseuvista. Se profundizará la vinculación de la escuela con la comunidad para procurar el control político sobre esta.
Las gestiones anteriores de la profesora Santaella nos afirman que continuará la manera unilateral para designar la política salarial del magisterio venezolano. No vemos en el mediano plazo la revisión de los contratos colectivos, que se han quedado cortos ante la demanda de los docentes. Tablas salariales que no alcanzan los diez dólares y que en meses volverán a ser los dos dólares acostumbrados, debido a la hiperinflación galopante.
Con Santaella las penurias de los docentes se prolongarán, las infraestructura de las escuelas permanecerán en las pésimas condiciones que se encuentran y los programas de alimentación seguirán siendo insuficientes en calorías y proteínas para los estudiantes. En otras palabras, el paro técnico en el que se halla inmerso el sistema educativo se profundiza.
Este nombramiento, así lo expresamos ante la opinión pública, es otro retroceso en materia educativa que pone en entredicho el próximo año escolar, porque no se atiende a las necesidades y a los cambios urgentes requeridos para sanear la educación. No queda sino darle conducción política a este gran descontento por parte de la dirigencia magisterial de manera inmediata.
Coordinador Nacional de Educación UNT