Asimismo, el investigador español apuntó que los primeros contagios se vincularon a un mercado situado en una zona situada al norte del río que divide Wuhan, mientras que el laboratorio al que algunos señalan como lugar de origen del coronavirus se encuentra al sur.
El científico también indicó que el coronavirus más similar al SARS-CoV-2 del que disponían en el Instituto de Virología comparte un 96 % del genoma, «la misma distancia que hay entre el genoma de los cerdos y de los humanos».
En el evento también participaron otros tres científicos de instituciones chinas, dos británicos y uno estadounidense.
Todos ellos ya habían efectuado anteriormente declaraciones públicas en las que se mostraron en contra de la teoría del laboratorio, que parece haber retomado fuerza después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, pidiese a sus agencias de inteligencia la elaboración de un nuevo informe al respecto de los orígenes del coronavirus.
Desde entonces, tanto las autoridades como la prensa oficial de China han reaccionado con enojo, asegurando que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha puesto de lado de Washington y pidiendo que los orígenes del virus se investiguen en otros países, algo para lo que ha vuelto a traer a primera plana su petición de abrir pesquisas contra el laboratorio militar estadounidense de Fort Detrick.
En el coloquio, Jonathan Stoye, virólogo del Instituto Francis Crick (Londres), dijo: «Es indiscutible que hay uno o más laboratorios en Wuhan trabajando con coronavirus de murciélagos (…) y que hay virus que han escapado de laboratorios supuestamente seguros en diversas ocasiones en muchos países, así que no parece exagerado hacer la pregunta de si ha ocurrido esta vez».
«Negar simplemente la posibilidad no ayuda a resolver la cuestión. Una inspección a fondo del laboratorio llevada a cabo por un grupo con experiencia en esos asuntos durante las etapas iniciales de la investigación (…) hubiera ayudado a resolverla», apuntó.
Stoye calificó de «relativamente improbable» la teoría -publicada repetidamente en la prensa china- de que el virus ya estuviera presente en otros países como España o Italia meses antes del brote inicial de Wuhan, «dada la ausencia de brotes significativos de la covid-19 en cualquier otro lugar». «La mayoría de las pruebas científicas aportadas al respecto son débiles».
No obstante, el investigador británico sí se mostró en contra de la teoría que apunta a que el virus habría surgido de la manipulación humana, la cual, en su opinión, solamente «aviva el fuego de la controversia».
Por su parte, Wu Zhiwei, profesor de la Universidad de Nanjing, se preguntó «por qué hay que seguir intentando encontrar» una relación del coronavirus con el laboratorio de Wuhan «si es una teoría extremadamente improbable», tal y como estableció el estudio conjunto entre científicos chinos y de la OMS de principios de año.
En términos similares se pronunció Wu Chung-I, de la Universidad Sun Yat-Sen: «Las probabilidades son demasiado bajas como para invertir tanto tiempo y energía. No es una hipótesis respetable». EFE