Henri Falcón en el barrio
La raíz humilde sigue siendo la brújula de su conciencia. Cuando el abanderado opositor en el estado Lara Henri Falcón, llega hasta los sectores populares, aquello se convierte en un increíble episodio de respaldo. La gente se agolpa para encontrarse con uno de los mejores mandatarios en la historia de la entidad. Muchos corren para atravesar charcos, cloacas rotas, escombros, detrás de quien representa el regreso de un gobierno regional, comprometido con las mayorías. Las puertas de los sufridos moradores se abren para encontrarse con alguien que respira sus angustias.
El líder político parece hallar sus orígenes en cada ser que se cruza en su camino. Un defensor transparente que le duelen los problemas del pueblo. Los vecinos lo sienten como otro miembro de la familia, saben que no utiliza farsas posturas para sumar adeptos. Escucha los problemas de la gente con genuino interés, se quiebra ante el dolor que arremete contra seres que reciben el castigo inmisericorde de una política económica que muele las esperanzas. Son ellos las mayores víctimas de una administración que solo sabe mentir.
En el sector El Cují, la receptividad crece, como la espuma, cuando el candidato se aproxima. Una anciana camina lentamente para esperarlo en la esquina. Las manos callosas tocan el rostro de Henri Falcón, con el mismo amor de una tierna abuela que consiente a su nieto. Lo observa con lágrimas profundas, que demuestran un cariño que no se compra con dinero, la venerable dama le entregó dos cachapas, hechas con las manos de un pueblo esperanzado. Un instante que se repite constantemente.
En el feliz encuentro se respira autenticidad y compromiso: de alguien que no oculta el haber nacido en un hogar pobre. En Nirgua un campesino de nombre Carlos Falcón, sudaba honestidad, para arrancarle cosechas al noble suelo yaracuyano, su caballerosidad y don de gente le granjeó la simpatía de los lugareños, pasado el tiempo se casó con Isabel Fuentes, una hermosa mujer: que como maestra de escuela se esforzaba por darle a sus alumnos buenas herramientas pedagógicas, de esa semilla familiar proviene este hombre comprometido en cuerpo y alma con los larenses.
No haberse dejado deslumbrar por el poder lo hace diferente, de ser lo contrario: se hubiera quedado en la revolución, sin ningún problema, pero su autonomía de pensamiento y honestidad comprobada, le impedían convalidar ese festín de incapacidad y corruptelas. El seguir recorriendo los caminos de los desposeídos es un compromiso de vida, una predica que va más allá de un proceso comicial.
Henri Falcón, es uno de los pocos dirigentes nacionales de importancia, que habla el lenguaje de la gente, que no se avergüenza de estar entre ellos. Que acompaña su dolor desde siempre. Un conductor que responde a sus convicciones, le duele la desdicha de los más necesitados. Un hombre comprometido con el pueblo larense. Todas las encuestas reflejan su amplio favoritismo en la contienda electoral del 21 de noviembre. El futuro vuelve para hacernos epicentro del cambio en Venezuela.
[email protected]
twitter @alecambero