Exclusiva ND | Quiroz: Salida de Total y Equinor ayuda a eliminar el mito que Chávez creó sobre la faja del Orinoco
La desmitificación de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO). Ese es uno de los tantos mensajes enviados (y ya recibidos) por la salida de las petroleras Total y Equinor de Petrocedeño, el proyecto más ambicioso de ese lugar y que Hugo Chávez pintó como el más grande y con las mayores reservas del mundo.
“La salida de Total y Equinor es una mala señal desde las perspectivas de los inversionistas petroleros en el país, ayuda a prender las alarmas a las grandes compañías de no quedarse debido a los riesgos de diversa índole. No olvidemos que Petrocedeño es el proyecto más grande la faja y de inversión privada en la historia de Venezuela o desde la nacionalización hasta nuestros días”, comentó en exclusiva con ND el economista experto en petróleo Rafael Quiroz Serrano.
Sugirió que la faja va a tender “a ser reemplazada por otros proyectos de explotación petrolera mucho menos costosos y mucho más prácticos y sencillos”, y que , lamentablamente, la faja “no es la misma con la cual soñábamos en los 80”.
“A la faja le salieron competidores: cuencas petroleras; que superan a la FPO en términos de inversión, seguridad, incluso en cuanto a beneficios económicos se refiere, y la FPO ya no es la faja que conocimos hace 25 o 30 años”.
“Son muchos los campos y cuencas de lutitas, en Estados Unidos, Brasil, Argentina; hay innumerables proyectos superiores a la faja en términos de costos y en términos de disposición de recursos humanos”, comentó.
¿Cuál mito?
El mito, aclara Quiroz, fue creado por Hugo Chávez, quien pagó para eso “655 millones de dólares en efectivo por adelantado” a la Ryder Scott “para que les certificaran unas reservas que hay abajo del subsuelo de la Faja”.
“Esto le sirvió a Chávez para alimentar su discurso interno, doméstico, y externo, para convencer o engañar a los demás jefes de Estado de que en verdad Venezuela estaba instalada en la cuna de una de las mayores reservas petroleras del mundo”, critica.
Y por tanto, aclara: “Eso no es así, y tenemos nosotros todos la obligación de aclarar y decir qué es lo que hay allí: es un crudo extrapesado, de mala calidad, de bajo rendimiento, es mucho menos eficiente que el crudo convencional, es un crudo que por lo malo y costoso en producción (porque el precio de la operación misma hay que agregarle el costo de tener que mezclarlo y mejorarlo, o convertirlo) nadie lo quiere donde está y como está”.
Volviendo al tema de Total y Equinor, petroleras de Francia y Noruega que mantenían con Pdvsa el control de Petrocedeño, una asociación que ya tenía más de 30 años, alertó:
“Poco interés hay en esas empresas (europeas) por los crudos extrapesados, después que se deja un buen tiempo, unos cuantos años, a la aparición y desarrollo de los que son las lutitas”, apuntó.
Las lutitas son el petróleo y gas natural que se encuentran atrapados en los poros de formaciones rocosas poco permeables denominadas “lutitas bituminosas”, que están situadas en el subsuelo. Suelen encontrase a profundidades de entre mil y cinco mil metros.
Y añadió: “No hay competencia. Ventajas competitivas o comparativas demuestran que los nuevos yacimientos de petróleo y cuencas petroleras han desviado la atención del capital petrolero internacional hacia ellas, porque son cuencas y proyectos que tienen sus resultados al corto plazo, a diferencia de la faja, que son a mediano y largo plazo”.
Se mantiene la escasez
Le preguntamos a Quiroz si la escasez de combustibles se mantendría en los meses por venir. Dijo que sí, y no estimó nada positivo para el corto o mediano plazo:
“El problema de la escasez de la gasolina va a seguir manteniéndose en el país mientras que no hayan serias y ciertas inversiones en la fase de refinación. Uno de los problemas de la industria petrolera venezolana es que no tiene en este momento la capacidad y músculo financiero para hacer las inversiones necesarias en el área de la refinación”, aclaró.
Y alertó: “Mientras que no haya esas inversiones, que no las va a haber ni en el corto ni mediano plazo, Venezuela no tendrá los combustibles suficientes para atender la demanda del mercado interno y eso se manifiesta en que vamos a seguir viendo colas en las 175 E/S a lo largo y ancho del país, y además de ello, vamos a seguir entendiendo de la nobleza y solidaridad de los países amigos en cuanto puedan suministrar combustible para abastecer el mercado interno venezolano”.