Exclusiva ND | Luigi Pisella: No queremos los subsidios ni las “protecciones” del Estado porque crean ineficiencia
Dejar a un lado el subsidio estatal y las “protecciones” y en su lugar normalizar los servicios públicos, así como revisar la legislatura actual y paralizar la exoneración de importaciones; es lo que exigen los industriales venezolanos, que ven en el diálogo una oportunidad de concretarlo.
Este trabajo es parte de una serie de entrevistas realizadas por el equipo de ND a los presidentes de Consecomercio, Conindustria, Fedeagro y Fedecámaras, representación del empresariado privado venezolano.
El nuevo presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), Luigi Pisella, habló en exclusiva con ND y explicó que los subsidios del gobierno chavista crean “ineficiencia”, pues son una “protección” que “no se requiere”.
Señala, entonces, que lo “prioritario y esencial” para el sector es “que nos doten de los servicios esenciales normales como la electricidad, el agua, el combustible, la seguridad y la vialidad”.
“Todo lo demás, bienvenido. Nosotros tenemos que irnos preparando para ir compitiendo con el resto, aunque sabemos que las condiciones no son las mismas”, apuntó. “No queremos ni subsidio ni protección, pero tampoco queremos que los productos importados que se pueden producir en el país entren sin pagar aranceles”, reclamó.
“La misma línea”
Consultamos a Pisella sobre el diálogo. Insistió en que desde Conindustria tienen “la misma línea” de Fedecámaras, “de estar de acuerdo con el diálogo y que de él salgan las posturas necesarias para conducir al país y que se vaya a las políticas económicas que realmente nos hacen falta”.
“Palabras más, palabras menos, es lo que se puede decir”, precisó.
Pisella reclamó que hasta el momento, en Venezuela no hay una política industrial, sino de favorecer a las importaciones, y justo en ello “hemos venido tratando de dialogar, o sentarnos, para expresar que no es que estamos en contra de las importaciones, pero sí queremos que sea un trato igualitario con la producción nacional y hasta ahorita lo que ha habido es lo contrario”.
Y adicionalmente, indicó, “hemos comentado que es necesario que se revisen las leyes laborales a efectos de que se formalicen los ingresos del trabajo, ayudaría a lo que es la generación de empleos porque generaría confianza”.
18% de la capacidad
El presidente de Conindustria dijo que el sector está trabajando al 18% de su capacidad instalada, y afirmó que sí puede levantarse, pero siempre que los productos sean hechos en Venezuela, generando empleos y a su vez, bienestar y recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores. Además, por supuesto, de la eliminación de importaciones exoneradas.
Comentó que el 18% es el promedio de toda la industria venezolana, y especificó que sectores como el farmacéutico o el de alimentos “son los que más aprovechan su capacidad instalada”, con entre 38% y 40%.
“Y hay otros sectores más bajos, que van del 5, al 8 y el 10%”, comentó. “El promedio es la cifra que manejamos en todo el país”, sumó.
¿Y cuáles son esos sectores? Aclara Pisella: “textil, calzado, muebles, la industria metalmecánica. Sobre todo las que no son prioritarias, son las más afectadas y sobre todo las pymes, que tienen menor financiamiento”.
La competencia desleal
Hace unos días, el Ejecutivo eliminó la exoneración de aranceles a casi 600 productos terminados. Pisella se abstuvo de comentar sobre eso, pues aclara que se están analizando los códigos que fueron retirados y los otros que fueron agregados.
No obstante, sostiene que “esa es la vía” para que gradualmente se vaya desincorporando la exoneración o subsidio para los productos importados de ciertos países,lo que constituye la llamada “competencia desleal”.
Asevera, sin embargo, que la medida “para nada implica la eliminación de importaciones”, pues “es simplemente una medida tributaria donde los productos que ingresen al país tendrán que pagar su arancel, como los pagamos todos, y ellos van a seguir operando”.
“Para nada es que no van a entrar. Van a seguir entrando”, indicó.
Sí se pueden suplir las importaciones
Ante la exigencia del sector porque se elimine la exoneración, consultamos al presidente de Conindustria si están en capacidad de suplir a los productos importados. Sostiene que sí, y la prueba son los artículos expendidos en los mercados y locales, “producidos por manos venezolanas”.
“La demostración es que hoy por hoy tienen productos producidos por manos venezolanas”, y reconoció que la justificación “es que trabajamos al 18% de la capacidad instalada. Es muy bajo”.
“Es por ello que abogamos porque tenemos mucho por producir y por avanzar. Muchas empresas están paradas por falta de consumo, consumo que se va a recuperar con trabajo, incorporando más gente a la fuerza laboral y aumentando los salarios. Pero para eso tenemos que producir. No solo es la importación”, indicó.
¿Modelo chino?
Pisella dijo que no es momento de precisar el modelo económico que el Ejecutivo de Nicolás Maduro quiere simular, como el chino o el ruso. Comenta, de hecho, que antes de eso, primero hay que atajar los problemas que enfrentan los empresarios e industriales.
“En principio, no sabemos por dónde vamos a ir. Lo que queremos es sentarnos en una mesa, ir haciendo las solicitudes, que haya financiamiento, que se elimine o se paralicen las importaciones exentas; todo ello, y luego vemos en qué modelo nos adjudicamos”, sugirió.
Coincidió con Tiziana Polesel, la presidente del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), quien entrevistada por ND afirmaba que llevar un modelo como el chino a Venezuela “es complicado”.
A su juicio, copiar el modelo de otras naciones “podría ser un error” y prefiere que, en el caso criollo, se apunte más hacia el valor de la moneda; la recuperación del poder adquisitivo; que los ingresos de cada ciudadanos no sean pulverizados por la hiperinflación y que éstos, a su vez, puedan desarrollarse económicamente en el país sin tener que buscar en otras naciones.
La reconversión
Finalizamos la entrevista con la reconversión, anunciada el jueves pasado, y que para Luigi Pisella, “era necesaria” pero para facilitar las transacciones y operaciones contables.
“La reconversión monetaria era necesaria por cuanto facilitará todas las transaccion11es en efectivo y las que se hacen vía internet, los pagos en el transporte público, las operaciones y transacciones de puntos de venta, los balances, registrar operaciones. Era muy necesario porque era inmanejable”, asintió.
Aunque coincidió con muchos economistas y analistas: “Pero si no se acompaña de políticas para controlar la inflación y políticas macroeconómicas, esto se perderá en el corto plazo”.
