El caos y la burbuja, dimensiones de la crisis venezolana
Las dimensiones de la crisis venezolana son amplias y complicadas; son – incluso – peligrosas y confusas. Venezuela es un país totalmente contradictorio, pues en este preciso momento tenemos estados sumergidos en el más profundo abandono y sumergidos en un caos total, y, en cambio, hay otros que viven dentro de una burbuja.
Los estados llaneros y centrales viven sin agua, sin combustible, sin alimentos, sin efectivo, sin divisas. Sin nada. Estas zonas del país están 100% golpeadas por el gobierno.
Tenemos regiones como la nuestra – Anzoátegui – donde se consigue gasolina, donde los mercados están llenos de comida y las farmacias de medicamentos; aquí hay dinero y lo observamos en los elevados niveles de circulante tanto en los expendios de alto nivel como en los más populares. Aquí sí hay divisas.
Y, aquí entramos en otra de las contradicciones. También observamos (en Caracas y en Anzoátegui) la gran diferencia en la movilidad de dólares. Por un lado están personas manejando incalculables sumas de dinero y por el otro vemos personas que tienen un ingreso mensual entre 80 y 100 dólares mensuales. Esta es la verdad, quienes sobreviven con limitaciones.
Y más abajo de éstas, se encuentran miles de personas que no me explico como sobreviven con sueldos mínimos devaluados y sin ningún otro ingreso. Personas que comen una sola vez al día, que han tenido que vender sus pocas cosas para sostenerse en medio del pandemónium venezolano.
Es así, unos con mucho y muchísimos con poco. Y continúan las divergencias y oposiciones dentro de nuestra realidad económica, pues esto no termina aquí, sino que se extiende en otras dimensiones de la crisis como es la comercialización de inmuebles, debido a que somos un país en crisis donde más operaciones de compra-venta de viviendas se registra.
En Lechería – edo. Anzoátegui – la venta de bellísimas casas (e incluso mansiones) en las Villas – en el Complejo Turístico El Morro – es una realidad palpable, una de las zonas más caras del país posee una salida extraordinaria, lo cual lo hace pensar a uno.
No es sencillo analizar las razones y efectos de nuestra crisis, pues las ramificaciones legales y presuntamente ilegales otorgan unas profundidades poco entendibles para la mayoría; esto es atípico y una situación muy caracterizadora de lo que ocurre en Venezuela.
Las dimensiones abarcan la crisis venezolana no es comparable a lo que ocurre o ha ocurrido en otros países, esta es una crisis por etapa, por impacto geográfico, por maniobras económicas que van más allá del Estado, aunque son ancladas a éste.
Es por ello que Venezuela no ha terminado de hundirse, ya que es muy difícil que esto ocurra en una nación donde hay tanto recursos donde maniobrar y donde las condiciones geográficas te permiten explotar mil y una alternativa.