Crónica ND | Un día en Mamera III con Roberto Patiño, fundador de Alimenta La Solidaridad y precandidato
Roberto Patiño, precandidato a la Alcaldía del municipio Libertador de Caracas y uno de los empresarios sociales más importantes de Venezuela, no tiene descanso. A diario recorre las zonas más recónditas de la capital para escuchar las necesidades e inquietudes de los habitantes de zonas populares como El Valle, Carapita, Antímano, Ruiz Pineda, Catia, La Vega y pare de contar. Este lunes, caminó las calles de Mamera II y III para llevar un mensaje de esperanza a quienes han perdido la fe en la política.
El equipo de Patiño se alista desde muy temprano: comunicaciones, agua, seguridad y uno de los elementos más importantes, el enlace con los líderes comunitarios de cada barrio. Desde las 9:00 a.m. los miembros del equipo se encuentran en El Recreo, abordan los jeep y comienzan el recorrido. Tapabocas, volantes y agua son sus únicas armas para llegarles a los caraqueños.
ND acompañó desde el primer minuto la ruta del primer día de la semana, Roberto no salió con el equipo porque estaba en una entrevista televisiva. Al llegar a Mamera, el equipo fue recibido por habitantes de la comunidad y llegó el precandidato, al cual todos los presentes recibieron con abrazos y alegría. Sin esperar más de cinco minutos, empezó el recorrido calle abajo.
Roberto entregó un volante a una dama de la tercera edad que se encontraba observando a las personas desde su ventana, al tiempo que quienes formaban parte de la caminata entonaban la consigna: «Caracas quiere cambio y el cambio es con Patiño».
Roberto sonríe, saluda de puños y no escatima en abrazos, escucha las inquietudes, quejas y dolencias de quienes le hablan desde puertas y ventanas. «Aquí vinieron, pero no hicieron nada, queremos el cambio, estamos cansados», dijo un hombre desde un taller mecánico; mientras que otro gritó «¡mira, Roberto Patiño, aquí la gente lo que tiene es hambre!».
Pero el también militante de PJ tiene un mensaje claro: ¡quiero ayudarte, pero un solo palo no hace montaña. Queremos el cambio y necesito tu apoyo!, respondió a una doña que le contó que tiene semanas con su esposo enfermo en un hospital de Caracas. Pero los habitantes de Mamera no solo necesitan medicamentos o atención médica. Mamera está hundida en la basura, calles agrietadas, cloacas, plagas y el mal olor están a la orden del día.
Y qué decir de los servicios públicos. En uno de los callejones, un grupo de mujeres llamó la atención de Roberto para denunciar el deficiente servicio del gas, el agua y la electricidad. «Aquí tenemos más de un año con problemas con el agua. Las bombonas de gas, pese a que son casi que regaladas porque solo cuestan 400 mil bolívares, vienen vacías y no duran nada. No queremos que nos regalen las cosas: queremos pagar y tener nuestro buen servicio. Cuando llueve se va la luz y pasamos horas sin poder hacer nada», reprochó.
Además, explicó que debido al mal estado de la vía: grietas, huecos y derrumbes, hace más de 4 años que no sube ninguna camioneta a la zona, por lo que tienen que caminar hasta media hora hasta Antímano. La salud también es otro elemento para el calvario en el que viven. «Antes aquí había un CDI que funcionaba bien. No entendemos para qué lo derrumbaron y que para remodelarlo, y han pasado 5 años y no hay donde tomarse la tensión, ni donde recibir oxígeno. Hace poco un muchacho se me murió en los brazos con un dolor porque los médicos cubanos no lo quisieron atender y no pudimos sacarlo de aquí», lamentó.
¿Las necesidades? De cerquita
Este 18 de agosto Patiño anunció su desvinculación de la Alimenta la Solidaridad – una ONG que ha establecido 200 comedores para niños en el oeste de Caracas en los que se sirven 50 mil platos a la semana – ya que se dedicará tiempo completo a la actividad política «en favor de la lucha por la democracia en Venezuela».
Su decisión está basada en respetar los principios de la asistencia humanitaria de imparcialidad, neutralidad, independencia y universalidad. «Continuaré con el trabajo social, apoyando e impulsando la formación de líderes locales para seguir presionando por mecanismos más justos de consulta y participación de las comunidades; lograr la unidad de todos los sectores; y la reinstauración de la democracia en el país», posteó en Twitter.
Y resaltó que trabajar en Alimenta la Solidaridad ha sido el mayor orgullo de su vida, ya que le permitió «conocer a personas en todo el país que, día a día, entregan todo para servir a los demás. Aquí nace mi convicción de que podemos cambiar el país. Somos una mayoría silenciosa. La tarea es encontrarnos».
Su convicción por ayudar a los demás se percibe en cada palabra de aliento, cada palmada, cada abrazo y cada palabra que da a quienes lo reciben en sus humildes hogares. En Mamera subió escaleras, trepo ramplas, cruzó charcos para hablar con quienes lo llamaban desde las ventanas. Techos de zinc, goteras, ranchos de bloque, barro, tierra, derrumbes y sobre todo mucha necesidad son parte del paisaje.
El discurso de Roberto no se basa en promesas vacías. «Este tipo de situaciones me parecen muy injustas porque usted y yo sabemos que quienes están en el poder no pasan trabajo con situaciones como estas y si se llegan a enfermar tienen plata con que resolver», respondió a una de las mujeres que le comentaba sobre una enfermedad que padece su esposo y los gastos médicos que son imposibles de pagar. «Yo ahora, lamentablemente, no tengo como resolverte, pero tenemos que luchar por un cambio. Tenemos que lograr el cambio para poderte ayudar a ti y a todos los que tienen este tipo de carencias, pero solo no podemos porque un palo no hace montañas. Para lograr todos esos temas tenemos que lograr el cambio, tenemos que ganar Caracas, ayúdame a correr la voz con los vecinos. ¡Cuento contigo!».
Conversó con adultos mayores, mujeres embarazadas, deportistas, niños, adolescentes, personas en situación de calle, personas que padecen desnutrición, con dueños de casas que han sido afectadas por las fuertes lluvias y los apagones.
Detrás de Roberto están sus grandes aliados, parte de su equipo que lo acompaña en las caminatas y le dan apoyo logístico a todo el proceso: Felipe Toro, Luis Palacios, Mikel y Yorleth Páez son algunos de los que estaban este lunes. Yorleth es pieza fundamental del equipo ya que tiene la labor de tomar los contactos de quienes requieren alguna ayuda médica o asistencial.
Estos contactos van a una base de datos, donde la persona encargada de temas sociales se encarga de evaluar, junto al equipo de finanzas, si se le puede otorgar la ayuda solicitada. En Mamera este lunes, Yorleth tomó no menos de 50 contactos de personas que necesitan algún tratamiento o tienen alguna necesidad.
¿Pero, qué piensan en Mamera?
Según los resultados del Estudio de Coyuntura Nacional Julio 2021, realizado por la firma encuestadora Delphos para el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno (CEPYG) de la UCAB, más de la mitad de los votantes están dispuestos a votar en las elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre, «una tendencia que llega a 60% si todos los actores políticos llaman a participar».
En Mamera III, pese a las carencias de cada techo, muchos vociferan su voluntad de poner su granito de arena para lograr un cambio político a través del voto. «Tengo toda mi vida viviendo en Mamera. Yo veo a Roberto y me dan muchas ganas de votar por él porque siempre he sido opositor y veo lo destruida que está Caracas. Érika Farías solo vino buscando votos y más nunca pisó esta zona», condenó una de las habitantes que acompañó la caminata de Roberto.
«La avenida y la calle es un desastre. El agua viene tres días y se va, el gas también es un problema. Hay veces que nos quedamos sin gas porque no alcanzan a surtir a todo el mundo. El transporte es una calamidad porque tenemos que venirnos a pie desde Antímano o Carapita, no hay transporte porque los chóferes tienen miedo de que se les dañen los carros y solo se meten por la autopista que queda bien lejos de aquí», lamentó.
Al ser consultada sobre Caracas Bella -el plan de Éríka Farías y la propuesta de gobierno de Carmen Meléndez-, respondió entre risas: «si vino, pasó por encima por el cielo, porque Mamera está horrible».
Érick Fuentes trabaja en un taller mecánico de Mamera IV y rechazó que los políticos solo los visitan cuando se acercan las elecciones. «No había visto a este señor, no lo conozco». Sobre si votará por gobierno u oposición en noviembre, declaró a ND: «todo depende de cómo se den las cosas. Votaría por alguien que no sea de oposición, ni del gobierno, porque todos son las mismas ratas».
Patiño se muestra como precandidato, pese a que Primero Justicia sigue esperando la decisión que tome «la unidad» sobre las elecciones del 21 de noviembre. Hasta ahora, PJ ha seguido la línea de la Plataforma Unitaria.
Durante la caminata, Patiño concedió una entrevista a ND que será publicada durante las próximas horas.