“Sin la Iglesia católica no hay posibilidad de arreglos en Venezuela”, según analistas
En medio de la negociación entre Nicolás Maduro y delegados de Guaidó están los mediadores, pero la iglesia católica no figura entre ellos. Sin embargo, analistas aseguran que sin la presencia de esta no habrá arreglos posibles.
La posibilidad de que la Iglesia se sume formalmente a la negociación es un hecho positivo por tratarse del “único intermediario respetado” por el gobierno de Maduro y sus opositores, según dijo a VOA el diplomático y abogado Alfredo Coronil Hartman.
“En el proceso de degradación del régimen venezolano, van quedando cada vez menos interlocutores. Sin la Iglesia, no hay posibilidad de diálogo, ni de llegar a ningún tipo de arreglo” político expresó y recordó que hasta hace unos años, la Iglesia, los medios de comunicación y la Fuerza Armada eran los actores sociales mejor valorados en las encuestas. La restricción progresiva de la prensa y la opinión de que el cuerpo castrense está vinculado políticamente al oficialismo han dejado a la institución católica en el pedestal de esos sondeos de opinión pública, subrayó Coronil Hartman.
Por su parte, Benigno Alarcón Deza politólogo y director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, señaló el “muy alto” nivel de credibilidad del que goza la Iglesia católica en Venezuela. «Su buen nombre abonaría su papel como facilitador del diálogo en el país», pero advirtió que no existe suficiente información pública de lo conversado en privado entre los actores internacionales sobre esa posibilidad.
“Un proceso de negociación donde participe la Iglesia como uno de los actores facilitaría que la gente aceptara los acuerdos que se derivaran de ese proceso. Por lo menos, allanarían el camino para que la gente los aceptara. Básicamente, ese es el valor agregado que la Iglesia le da a su participación”.
Asimismo, consideró que la Iglesia, aunque mantiene sin lugar a dudas la voluntad de seguir siendo facilitadora, “entraría con mucha cautela” a un diálogo en Venezuela, porque “lo intentó una vez y no hubo buenos resultados”.
La Iglesia participó activamente en las negociaciones formales e informales entre voceros del gobierno de Maduro y la oposición venezolana en 2016. El Vaticano designó a un enviado especial para esas tareas con el propósito de lograr la “convivencia democrática” en momentos en que el oficialismo inhabilitaba al Parlamento y promovía la ANC.
En enero de 2017, ese diálogo se dio por terminado por incumplimiento de los compromisos acordados, con alusiones de voceros vaticanos a la responsabilidad en ello del poder ejecutivo venezolano.
Este 22 de junio, el Cardenal y Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, Baltazar Porras expresó que un proceso de diálogo y negociación no puede ser un «pañito de agua caliente de una cosa a otra que no soluciona el problema».
En una entrevista ofrecida al Circuito Éxitos, el representante de la Iglesia, señaló que están al tanto del plan de entendimiento entre la administración de Nicolás Maduro y los dirigentes de la oposición y que si bien la Iglesia no es un mediadora, sí es facilitadora siempre y cuando «haya voluntad política sobre lo que queremos y a dónde queremos ir», dijo y agregó que debe haber una serie de libertades fundamentales, así como también una relajación de las sanciones, y al menos «un mínimo de confianza para que haya inversión en el país con seguridad jurídica».