Pa’ que la Unión Europea vea

Opinión | julio 16, 2021 | 6:26 am.

Si algo saben hacer los regímenes y líderes agrupados en el Foro de Sao Paulo es hacer lobby. Para eso tienen la agenda diseñada en el llamado Grupo de Puebla, que no es otra cosa que un accesorio del primero. También tienen una narrativa que repiten al unísono en todos los escenarios a los que acuden pertrechos de todos los recursos habidos y por haber, que van desde las redes sociales, medios de comunicación que amplifican sus argumentos y sobrados recursos financieros para apalancar sus periplos.

Recientemente viajó a Europa el canciller de facto, Jorge Arreaza, a solicitar la presencia en Venezuela de una delegación de la Unión Europea. Esa petición fue en representación del régimen usurpador que encabeza Nicolás Maduro, quien busca desesperadamente lavarse la cara de dictador mediante la realización de elecciones regionales. Para lograr tal propósito, requiere del concurso de factores domesticados de la llamada oposición, que bien se sabe -por los actos que asumen- que de oposición solo tienen la franela con la que se disfrazan cual lobo feroz para confundir a un pueblo que se mantiene en resistencia cívica, muy a pesar de las frustraciones que originan esos traidores que se han vendido al mejor postor. Pero también Maduro necesita de avalistas internacionales y quien mejor para hacer ese lamentable papel que los veedores de la Unión Europea a los que trata de engatusar con el cuento peregrino de que “en Venezuela están dadas todas las condiciones y garantías para realizar unas elecciones limpias y transparentes”. ¡Yo te aviso Chirulí!, diría mi abuela Emelina en su chinchorro cuando descansaba en su casita de El Sombrero.

Pues bien, la delegación fue dispuesta para viajar hacia Caracas con la autorización del Sr. Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad. Lo cierto es que al régimen de Maduro se le ven las costuras por todas partes. Son violentos, son dictadores, tienen escuadrones de la muerte, disponen de militares y policías que proceden como los propios integrantes de guardias pretorianas, a la vez que disponen de jueces y fiscales capaces de avalar el secuestro de cualquier ser humano. Así ha ocurrido, coincidencialmente, no más pisar tierra venezolana los ilustres visitantes llegados desde el viejo continente, que no han podido evitar ver como se entran a plomo de alto calibre las megabandas que han tomado buena parte del territorio nacional, en zonas de la mismísima capital de Venezuela, con una población electoral que supera los 400 mil votantes.

Otro escenario de guerra es el que corresponde al eje fronterizo que componen el Arauca y el Apure, predios en donde actúa a sus anchas el que mientan Gentil Duarte que sigue controlando las rutas del narcotráfico. En ese espacio habitan miles de ciudadanos con derecho a sufragar en unas eventuales elecciones regionales. Pero como si esos escándalos no fueran suficientes, Maduro ordena la detención del Dr. Javier Tarazona y de varios de sus cooperadores en Fundaredes, apresa de manera brutal al diputado Freddy Guevara, atenta contra la vida de Juan Guaidó y el psiquiatra de la crueldad, Jorge Rodríguez, ordena detener a varios dirigentes de la oposición, achacándoles ser los autores de la balacera de la Cota 905, tratando de tapar, cual gato, las travesuras del Koki con un milagro tecnológico, que no se lo creé ni él, haciéndole ver a la delegación de la UE, que interceptaron una conversación punto a punto de Whatsapp (entre A y B) desde el teléfono de un tercero, que no se trata de un grupo de WhatsApp; hasta eso es capaz de inventar el sicópata Rodríguez. Es decir, no somos nosotros es la oposición.

La pregunta para Rodríguez, ¿Tú crees que la delegación de la UE se comió ese cuento?

La pregunta inevitable para los integrantes de la misión europea es ¿Creen ustedes, de verdad, que en tales circunstancias es posible realizar elecciones libres de apremios en Venezuela?

@CYsmayel