Exclusiva ND | Ledezma: Después del cese de la usurpación, Venezuela necesita un Plan Marshall
Este lunes 12 de julio la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, presentará el nuevo libro de Antonio Ledezma «De dónde venimos y hacia dónde vamos«. En este trabajo Ledezma se vale de relatos históricos para proponer un plan de recuperación del país después del chavismo. A su juicio, recuperar la democracia, la economía y el bienestar social no serán posible sin el cese de la usurpación y alerta a la oposición democrática a no caer en el error de negociaciones o elecciones.
En entrevista concedida a ND, Ledezma amplió las ideas que le llevaron a escribir su libro y destacó que la tragedia de los venezolanos fue una gran fuente de inspiración. En 470 páginas propone no quedarse «en el pasado, ni en un simple diagnóstico» para dar una propuesta para recuperar a Venezuela.
«El libro tiene tres partes, segmentadas en pasado, presente y futuro. Lo primero es saber de dónde venimos, nuestros orígenes con sus aventuras, los fracasos y los éxitos. Segundo, la recopilación de traiciones, deslealtades, corruptelas, ambiciones desmedidas, nepotismo, y, por otro lado, la grandeza de muchos seres humanos que protagonizaron esa historia para destapar las causas y consecuencias del maleficio del populismo que nos consume en la hora actual. Y tercero, los capítulos de las soluciones para la Venezuela que aspiramos reconstruir.
En sus palabras, el plan Marshall es perfecto para describir lo que debe hacerse en territorio venezolano. Para recuperar a la Venezuela quebrada hay que alejarse de la idea del rentismo petrolero y para eso «se requerirán aportes financieros extraordinarios de entes como el FMI, el BM, el BID, de gobiernos extranjeros generosos que aporten para crear montos que oscilan entre los 100 y los 150 billones de dólares».
Subrayó que debe renegociarse la deuda externa -que es opaca y nebulosa- porque será imposible e inmoral pagar giros relacionados con esos débitos teniendo un país con su población pasando hambre. «La infraestructura colapsada deberá restablecerse progresivamente, desde las plantas físicas de escuelas, universidades, hospitales, puentes, aeropuertos, sistemas de riego, carreteras, utopistas, sistemas eléctricos, acueductos, parques deportivos».
Sin embargo, Ledezma insiste en que el gran objetivo de todo este esfuerzo «debe ser producir el cese de la usurpación e inmediatamente instalar un gobierno de transición con carácter unitario, con un mínimo de puntos previamente acordados para reconstruir la República y sus instituciones».
Por lo tanto, advierte a la oposición democrática de caer en el error de participar en elecciones regionales y recalcó «porque con esos delincuentes no valen ni diálogos, ni resignarse a recibir una que otra gobernación u alcaldía. La ambición es más trascendente: liberar a Venezuela, porque Venezuela es más grande y vale más que una gobernación, que, además, serán vaciadas de recursos y competencias para que el poder comunal de Maduro absorba todos los poderes».
A continuación nuestra entrevista:
¿Cuánto tardó en escribir está obra y qué lo motivó?
– Cuando me estaba fugando, mientras recorría las carreteras entre Caracas y San Antonio del Táchira, prendió en mi ánimo esa idea de poder, algún día, relatar la tragedia que observaba desde la ventanilla del vehículo que me transportaba. Por eso escribir esta obra me ha tomado varios años, mientras recopilaba datos para fundamentar cada párrafo plasmado en estas más de 470 páginas. Me motivó adentrarme en esta tarea la ilusión de resumir toda la historia de mi país, pero también articular proposiciones para no quedarme ni en el pasado ni en simple diagnóstico.
¿En qué se diferencia de sus otros libros?
– La diferencia es que tiene tres partes segmentadas en pasado, presente y futuro, que son, primero saber de dónde venimos, nuestros orígenes con sus aventuras, los fracasos y los éxitos, también la recopilación de traiciones, deslealtades, corruptelas, ambiciones desmedidas, nepotismo, y desde luego la grandeza de muchos seres humanos que protagonizaron esa historia. Luego, destapar las causas y consecuencias del maleficio del populismo que nos consume en la hora actual, y tercero los capítulos de las soluciones para la Venezuela que aspiramos reconstruir.
Usted habla del origen político de Venezuela, ¿cuál hecho post independentista marcó un antes y después en la historia del país?
– Primero, tenemos el suceso de La Cosiata que provocó la desmoronamiento del sueño mirandino y bolivariano de La Gran Colombia, luego sobrevino la cruenta Guerra Federal y ahora ese salto al abismo de la mano de Hugo Chávez que ha provocado este colapso moral, que a su vez nos postra como un país con su economía en ruinas y su población en pobreza y otra parte de los venezolanos desperdigada por el mundo.
También habla de la generación del 28 y de la importancia de estos para la democracia, ¿cree usted que en la Venezuela actual un grupo de estas características podría hacerlo otra vez?
– La historia está como fuente de estudios, como referencia y de ahí tomo el ejemplo de la Sociedad Patriótica de 1810, la batalla de La Victoria de 1814, en esa etapa muchos de nuestros héroes, estaban luciendo laureles antes de los 30 años, así tenemos que ya a esa edad Bolívar era Libertador y Sucre Gran Mariscal de Ayacucho.
– Luego en la primera mitad del siglo XX surge la gloriosa generación del 28 integrada por muchachos inteligentes, estudiosos, que se atrevían a escribir y a improvisar discursos, que desafiaban a la tiranía, que redactaron planes como el de Barranquilla y luego firmaron pactos como el de Puntofijo. Estos hechos me inspiraron para proponer de cara al futuro un Pacto de Estado que nos comprometa a transformar a Venezuela, haciendo posible una economía del conocimiento, con la educación con calidad por delante, sin falsos mesías, sin reelección, con mucha ética y proyectos viables para relanzar nuestra vida en todos los sentidos.
Podría explicarme, ¿por qué usted plantea que el plan Marshall debería ser implementado en Venezuela?
– Porque nuestro país está financieramente quebrado y se requerirán aportes financieros extraordinarios de entes como el FMI, el BM, el BID, de gobiernos extranjeros generosos que aporten para crear montos que oscilan entre los 100 y los 150 billones de dólares. Porque hay que renegociar la deuda externa que es además opaca, nebulosa, y que será imposible e inmoral pagar giros relacionados con esos débitos teniendo un país con su población pasando hambre.
-Porque nuestra infraestructura está colapsada, y hay que irla restableciendo progresivamente, desde las plantas físicas de escuelas, universidades, hospitales, puentes, aeropuertos, sistemas de riego, carreteras, utopistas, sistemas eléctricos, acueductos, parques deportivos.
– Además, será indispensable enfrentar la hiperinflación, superar el drama del déficit fiscal, reanimar el aparato productivo que está paralizado, adecentar el BCV, instalar una Agencia Nacional de Hidrocarburos que supla a la decapitada Pdvsa. En el entendido que se requerirán inversionistas privados para la actividad petrolera, lo cual no será posible sin que se produzca el cese de la usurpación, porque saliendo de este desastre será posible respirar seguridad jurídica y confianza.
– Insisto, en que el gran objetivo de todo nuestro esfuerzo debe ser producir el cese de la usurpación e inmediatamente instalar un gobierno de transición con carácter unitario, con un mínimo de puntos previamente acordados para reconstruir la República y sus instituciones. Aplicar un plan extraordinario de carácter social para asistir a la población que está acorralada en la pobreza, un plan extraordinario para renegociar la deuda pública externa, en el entendido de que un país con su población padeciendo los rigores de una hambruna no puede estar dándole prelación al pago de una deuda externa que, además, es de dudosas facturas.
– La Venezuela rentista debe desaparecer, igual ese mito de que “somos ricos porque tenemos petróleo”. Será la hora de la economía del conocimiento y de privilegiar un gran plan de educación con calidad con una visión de corto, mediano y largo plazo. Pdvsa está seriamente averiada y lo conveniente será crear una Agencia Nacional de Hidrocarburos, mientras se dicta una nueva ley de hidrocarburos. Un ambiente de seguridad jurídica y su correlativa confianza y estabilidad política, servirán para captar capitales financieros privados, para acometer la misión de relanzar esos commodity. Las refinerías y otros enclaves como el de la CVG en Guayana, deben ser atendidos, porque se acabó el Estado benefactor e intervencionista.
– La Venezuela que resurja debe contemplar planes ambientales, esa es una realidad que nos confirma que la era de la descarbonizacion está en marcha. Las energías alternas no deben estar fuera de los planes de esa nueva Venezuela. Igualmente, la realidad de un mundo multilateral en donde Venezuela debería incursionar con audacia, mesura y talento. La ciencia y la tecnología nos rebotan en la cara y la relación no debe ser esquivar esa realidad. La era de la cibernética, de las monedas virtuales son un hecho fáctico.
Hoy sectores de la oposición plantean participar en elecciones regionales, ¿cuál es la proposición de Ledezma?
– Encender luces de alerta para que no se reincidan en más errores. Porque con esos delincuentes no valen ni diálogos, ni resignarse a recibir una que otra gobernación u alcaldía, la ambición es más trascendente: liberar a Venezuela, porque Venezuela es más grande y vale más que una gobernación, que, además, serán vaciadas de recursos y competencias para que el poder comunal de Maduro absorba todos los poderes.
– De verdad pienso que si no hay una conducción política atinada, con mucha moral y sentido de grandeza, de nada valdría que nosotros propongamos un plan, porque aunque ese plan imaginario lo redactaran los espíritus de Bolívar, de Napoleón Bonaparte, de Maquiavelo y de Rómulo Betancourt, esas estrategias terminarían en traspiés si dependerá su aplicación de los mismos comandos que han venido controlando las tomas de decisiones en estos últimos 6 años.
– En conclusión es indispensable:
1. Una conducción política coherente, con mucha ética y libre de ambiciones que no permitan privilegiar que primero es la libertad de Venezuela y después todo lo demás.
2. Reactivar la presión interna para lo cual es indispensable una dirección que despierte confianza.
3. Capitalizar el épico respaldo internacional y organizar la lucha de la diáspora.
4. Entender que los movimientos civiles, los gremios, sindicatos, entre otros, serán claves a la hora de plantear una gran huelga general.
5. Atender sin el más mínimo descuido el proceso que cursa en la CPI.
Yo sigo creyendo que el respaldo internacional es inevitable y cada día más necesario, no pleno en fabulas, sino en mecanismos concretos, terrenales para enfrentar a narcotraficantes y terroristas.