Exclusiva ND | José Guerra: Regresarán los cajeros si con la reconversión llegan billetes de entre 2 y 100 bolívares
Ayer, Bloomberg adelantó que el Banco Central de Venezuela está trabajando en una nueva reconversión monetaria, la tercera en apenas 13 años, la cual presuntamente regresaría al cono monetario piezas que irían entre los 2 y 100 bolívares. La medida se ejecutaría tan pronto como agosto, según la agencia.
Esta acción eliminaría seis ceros a la moneda venezolana, que sumados a las anteriores reconversiones de los años 2008 y 2018, da un total de 14.
ND conversó en exclusiva con el diputado de la AN/2015, profesor universitario y economista, José Guerra, quien al hacer la comparación de las dos últimas reconversiones, señala que esto da cuenta de cómo ha estado la hiperinflación en el país, puesto que transcurrió una década entre la primera y la segunda; mientras que entre la segunda y la tercera, apenas tres años.
Guerra explicó que las reconversiones solo tratan de «simplificar el funcionamiento de la economía a nivel transaccional y para ello, un billete de baja denominación es lo mejor porque el cerebro humano funciona con dígitos más bajos»
¿Cuánto tiempo se mantendrá la nueva reconversión?
El economista señala que el problema actual no es la reconversión per se, sino hasta cuánto durará la nueva familia del cono monetario porque la hiperinflación no ha sido resuelta desde la raíz, aunque actualmente hay una tendencia a la baja por diversas razones, «¿hasta cuándo se puede mantener esa estabilidad sin ver las causas de fondo como el déficit fiscal?», se preguntó.
Con la reconversión que se hizo en 2018, el billete de más alta denominación era el de cien mil bolívares y, de un solo plumazo, pasó a valer 1 bolívar. Era el billete que se pagaba en el transporte público, por ejemplo, en simultáneo con una moneda del mismo valor que no duró mucho tiempo.
El anuncio solo se refiere a billetes solamente. ¿Qué va a pasar ahora? ¿Cuál es el panorama inmediato para quienes usan el transporte público?
«Es claro que si el billete más bajo será el de dos, sería algo así como las dos terceras parte de un dólar», comenta. A su juicio, considera que se deben acuñar monedas de 5, 10 y 50 céntimos pero esto resulta muy costoso, al igual que su traslado.
Guerra compara la próxima reconversión con la que hizo el gobierno en el año 2008 porque en ese entonces se introdujeron piezas metálicas para que se facilitaran las operaciones financieras, pero que el problema seguirá siendo el mismo «si no se corrigen las causas de fondo de la economía», reiteró.
Muchos cajeros automáticos han sido retirados y si estos nuevos billetes entran en circulación, ¿Podría haber mayor disponibilidad en efectivo a través de las agencias bancarias? ¿O cree Usted que seguiremos bajo las mismas restricciones desde 2016 donde solo se permite un límite máximo diario de retiro por taquilla?
En ese sentido, Guerra detalla que los telecajeros fueron eliminados porque con la hiperinflación no había manera de sostener/mantener la funcionabilidad de estos dispositivos y que los billetes que estaban en circulación antes de la extensión de los billetes que puso en marcha el BCV en marzo, estaban totalmente «inútiles y muy por debajo de los precios».
Considera que si entran en circulación nuevos billetes de 2 a cien bolívares, «pudiesen estar en funcionamiento nuevamente los cajeros automáticos pero si el BCV no dota los billetes que se requieren, vamos a tener el mismo problema de escasez de piezas», agrega.
Es costosa la impresión de billetes…
El economista subrayó que la emisión de nuevos billetes es costosa, no solamente va desde la impresión, sino también del anillo de seguridad que deben tener al momento de su traslado. Recordó que la reconversión monetaria aplicada en 2008 tuvo un valor de unos 40 millones de dólares en ese entonces, que iba desde la inversión que hizo el gobierno hasta las campañas publicitarias. «Los billetes cuestan», resaltó.
¿Qué significa esta nueva reconversión para las empresas?
Guerra señala que para las empresas esto será una simplificación para facilitar las transacciones. «La reconversión es neutral a la inflación», dijo y recordó que con la primera reconversión, las empresas se adecuaron con sistemas tecnológicos, computación y maquinarias y piensa que en esta ocasión, «la lección se aprendió y ya se sabe cómo se hace».
Si esto no ha funcionado en las anteriores reconversiones y tampoco en la más reciente extensión del cono, ¿por qué se sigue insistiendo en esto si no se ataca el problema de raíz?
«La razón por la cual se hizo la extensión o actualización del cono monetario no fue para aplacar la hiperinflación, eso fue para facilitar las transacciones del cono monetario, estaba inservible», expresó Guerra.
En ese sentido, asegura que no se quieren hacer reformas económicas de fondo y es cuando «se apela a esto de la eliminación de ceros». Guerra comenta que Venezuela es el único país que ha tenido tres reconversiones con la misma moneda o que por lo menos así ha sido en América Latina. «Estos procesos no nos van a llevar a ninguna parte si no se corrigen de fondo el problema de la hiperinflación», reitera.
A inicios de enero, Nicolás Maduro dijo que en este 2021 el bolívar desaparecería para pasar a una economía 100% digital, pero ahora se habla con mayor fuerza de la reconversión y puesta en circulación de nuevos billetes. ¿Qué pasó con la digitalización completa de la economía?
El economista afirma que Maduro no sabe qué hacer con la economía del país. Considera que es imposible establecer una economía 100% digital. «Eso no existe en ninguna parte», señala y resalta que siempre habrá la necesidad de hacer operaciones con dinero en efectivo, como ocurre en países como Estados Unidos, Inglaterra, Alemania o Japón, que si bien hay cada vez menos dinero en efectivo, hay disponible para ciertas transacciones.
Guerra comenta que en Venezuela una parte de la digitalización vino porque no había dinero en efectivo en el país y tampoco existe la capacidad tecnológica, al menos lo suficientemente robusta para tener una economía totalmente digital, pues porque no existe una estructura sólida capaz de soportar todas las transacciones. «Eso es un requisito que demanda una banda ancha de Internet que no existe ni se anticipa que pueda existir, y si no hay telefonía básica elemental para que los ciudadanos puedan comunicarse, menos lo habrá para un nivel de transacciones voluminosas como sería para una economía totalmente digitalizada», finalizó.