14 mil científicos alertan: La emergencia climática es inminente
Más de 14 mil científicos firmaron una iniciativa que declara una emergencia climática mundial y condenaron que los gobiernos han fracasado en combatir la sobreexplotación de la tierra porque la emergencia climática es inminente.
En un artículo publicado en la revista BioScience este miércoles, los científicos sostienen que la sobreexplotación de la Tierra es la causa de la crisis climática y alegan que se ha registrado un «aumento sin precedentes» de los desastres relacionados con el clima, incluidas las inundaciones en América del Sur y el sudeste de Asia, olas de calor e incendios forestales que batieron récords en Australia y Estados Unidos, y ciclones devastadores en África y el sur de Asia.
Según Aljazeera para el estudio, los científicos se basaron en «signos vitales» para medir la salud del planeta, como la deforestación, emisiones de gases de efecto invernadero, el grosor de los glaciares y la extensión del hielo marino y la deforestación. De los 31 signos, descubrieron que 18 alcanzaron máximos o mínimos históricos.
Pese al descenso de la contaminación relacionada con la pandemia de coronavirus, los niveles de CO2 y metano atmosféricos alcanzaron máximos históricos en 2021; Groenlandia y la Antártida mostraron recientemente niveles mínimos de masa de hielo y los glaciares se están derritiendo un 31% más rápido que hace sólo 15 años, aseveraron. El calor de los océanos y los niveles globales del mar establecieron nuevos récords desde 2019, y la tasa de pérdida anual de la Amazonia brasileña alcanzó un máximo de 12 años en 2020.
El ganado, como las vacas y las ovejas, alcanza ahora niveles récord, con más de 4.000 millones de ejemplares y una masa que supera la de todos los humanos y mamíferos terrestres salvajes juntos
Tim Lenton, director del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter y coautor del estudio, afirmó que las recientes olas de calor que han batido récords en el oeste de EEUU y Canadá demuestran que el clima demuestran que se comporta de forma impactante e inesperada. «Tenemos que responder a la evidencia de que estamos llegando a puntos de inflexión climáticos con una acción igualmente urgente para descarbonizar la economía global y empezar a restaurar en lugar de destruir la naturaleza».
Los investigadores afirmaron que existen «crecientes pruebas de que nos estamos acercando o ya hemos cruzado» una serie de puntos de inflexión climática, como el derretimiento de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida Occidental, que podría ser irreversible en una escala de tiempo de varios siglos, independientemente de que la humanidad reduzca sus emisiones.
También señalaron que el aumento de la desoxigenación de los océanos y el calentamiento de las aguas están amenazando los arrecifes de coral de aguas cálidas, de los que dependen 500 millones de personas para alimentarse, obtener ingresos y protegerse de las tormentas.
¿Hay alguna solución?
Los autores repitieron los llamamientos anteriores para un cambio transformador en 6 áreas: eliminar los combustibles fósiles, reducir los contaminantes, restaurar los ecosistemas, cambiar a dietas basadas en plantas, alejarse de los modelos de crecimiento indefinido y estabilizar la población humana, que la educación sobre el cambio climático se incluya en los planes de estudio de las escuelas de todo el mundo para concienciar sobre el tema.
Como medida inmediata, proponen un trío de respuestas de urgencia a la emergencia climática: un precio significativo del carbono, eliminación y prohibición mundial de los combustibles fósiles, y el desarrollo de reservas climáticas estratégicas como la restauración y el mantenimiento de los sumideros de carbono y los puntos calientes de la biodiversidad.
«Tenemos que dejar de tratar la emergencia climática como un problema aislado: el calentamiento global no es el único síntoma de nuestro estresado sistema terrestre», afirmó William Ripple, distinguido profesor de ecología de la Facultad de Silvicultura de la Universidad Estatal de Oregón. «Las políticas para combatir la crisis climática o cualquier otro síntoma deben abordar su causa fundamental: la sobreexplotación humana del planeta».