Arzobispo de Santiago de Cuba exige respeto, «para que nadie se sienta que tiene más derechos»
Monseñor Dionisio Guillermo García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba, en un sentido rezo a la Virgen de la Caridad del Cobre pidió por todas las personas que han sido detenidas durante las protestas del pueblo cubano y reclamó cambios para el país.
“Lamentamos Madre que estos anhelos de tantos miles de jóvenes se hayan visto truncados, de manera violenta, reprimiendo, intimidando a todos aquellos que iban queriendo expresar una voluntad. Te pedimos por todos los jóvenes que estaban ahí, sus familias, por cada joven, cada cubano, porque en la Cuba del futuro ese joven tenga la esperanza de construir su propio futuro y el futuro de los demás, a formar una familia, a no tener que marcharse del país para encontrar un futuro mejor”.
El Arzobispo de Santiago de Cuba envió un contundente mensaje al grupo gobernante y en el que pide misericordia para con las necesidades del pueblo a ser escuchado, y que sea aceptada la demanda de cambios en Cuba así como dejar de promover la violencia entre connacionales.
«Te pedimos por los jóvenes que están presos ahora, te pedimos que haya misericordia y te pedimos Madre también para que a nadie se le ocurra invitar a la violencia, para que nadie se le ocurra proclamar las diferencias irreconciliables, a mayor autoridad, mayor responsabilidad de los padres con los hijos, los gobernantes con sus súbditos. Duele cuando adolescentes, jovencitos casi niños enfrentándose con otros jóvenes» exclamó.
El gobierno cubano convocó a sus partidarios, a quienes llamó «revolucionarios» y «comunistas», a hacerle frente a las personas que levantaron su voz para exigir cambios, alimentos y vacunas, lo que generó una gran ola violencia. Amparados por los cuerpos de seguridad, los seguidores castristas salieron a atacar las protestas utilizando armas de fuego y palos.
«En estos días ha habido manifestaciones de decenas de miles de personas principalmente jóvenes, pero sobre todo ha habido un reclamo de que queremos cambios, que todos tienen derecho a expresarse, deseamos una vida mejor para todos, tener esperanza que siempre se respete a cada persona en su dignidad y en sus derechos», dijo monseñor García Ibáñez.
Las protestas han dejado hasta los momentos un saldo de un muerto, decenas de heridos y más de 400 presos y desaparecidos, según la lista preliminar de Human Rights Watch.
Monseñor pidió que la violencia terminara y que los gobernantes accedieran a cambios profundos para beneficiar a la población de la isla.
«Que no haya violencia, que haya cambios porque son necesarios y que toda persona sea respetada para que nadie se sienta que tiene más derechos que los otros o que tiene la verdad en su mano», dijo.
«Cuba no es de un grupo, es de todos. Si vamos a defender algo será el derecho de aquel que, siendo un pobre que no tiene poder; sin embargo, tiene derecho a hablar y a decir las cosas», sentenció.