Apreciaciones sobre la Pdvsa 1976-2002
El petróleo y el gas seguirán siendo de vital importancia para Venezuela en las próximas décadas. Visualizar el futuro amerita evaluar la actuación de Pdvsa, empresa que está próxima a cumplir 46 años. Sobre la misma se han dicho verdades, medias verdades y mentiras, casi siempre dependiendo de la inclinación política de quienes las predican. En este artículo nos referiremos solo al período 1976-2002.
Apreciaciones negativas: 1- Pdvsa se convirtió en un Estado dentro del Estado o en un meta estado, en una caja negra que no rendía cuentas y determinaba la política petrolera pasando por encima del Ministerio respectivo.
2- La adquisición de refinerías en el exterior fue una estafa a la nación, no se alimentaban con petróleo venezolano y cuando se enviaba nuestro crudo se hacía con descuento; además que esos recursos se han debido invertir en Venezuela.
3- Los convenios operativos, mediante los cuales se otorgaron contratos a empresas privadas fueron otra estafa, ya que los costos de producción eran mucho más altos que los de Pdvsa.
4- La empresa no se preocupó por realizar aportes al desarrollo nacional.
5- Los costos de la empresa eran altos y había exceso de personal.
6- La meritocracia es un mito, los ejecutivos de Pdvsa actuaban al servicio del capital petrolero internacional y de sus propios intereses.
7- El paro petrolero de abril 2002 y el cívico de diciembre de ese mismo año fueron promovidos por el capital petrolero internacional y los interese de Estados Unidos.
8- Los trabajadores que participaron en los paros lo hicieron por motivos políticos y en el de diciembre 2002 desaparecieron activos valiosos, destruyeron infraestructura y base de datos.
Apreciaciones positivas: 1- Los planes y resultados de Pdvsa fueron aprobados por el accionista, representado por Ministerio de Energía y Minas. Los presidentes de la empresa fueron designados por mérito, pero con cierta afinidad con el presidente de la república y había algún que otro director cercano al partido de gobierno. La Contraloría General de la República tenía una Oficina delegada en Pdvsa. Además, el Congreso Nacional y, posteriormente, la Asamblea Nacional, interpelaban a las autoridades de la empresa. Esta presentaba puntualmente un Informe Anual de Gestión.
2- La política de adquirir refinerías en el exterior, estrictamente comprar mercados, fue aprobada por el accionista. La misma fue diseñada para colocar nuestros crudos pesados cuando aumentara la producción. Lamentablemente, esta estuvo restringida por las cuotas fijadas en la OPEP para favorecer precios altos. Por contar con grandes reservas, nuestra política debió ser aumentar producción, lo cual favorecía el desarrollo de la población alrededor de las áreas petroleras.
3- Efectivamente, los convenios operativos tenían costos de producción más elevados. Algunos dicen que era por la naturaleza de los campos, los cuales no eran el lomito. Este es un punto que debe dilucidarse.
4- El objetivo de Pdvsa es generar recursos para el fisco. Sin embargo, como cualquier empresa, tenía programas de responsabilidad social poco publicitados, apoyando la educación, salud, cultura, agricultura, ambiente e infraestructura general. Quizá el CIED y el Intevep han podido tener menor dimensión y apoyarse más en nuestras universidades.
5- Efectivamente, con la fusión de las filiales verticalmente integradas había personal sobrante. Gradualmente se estaba reduciendo.
Apreciaciones políticas: Los puntos 6, 7 y 8 son evidentemente políticos. En los mismos influye, lamentablemente, el fanatismo propio del socialismo siglo XXI. Discutir con fanáticos es quizá perder el tiempo. Sin embargo, hay que dejar testimonios para la presente y futuras generaciones.
El paro petrolero de abril 2002 surgió espontáneamente como reacción a la intención del presidente Hugo Chávez de utilizar a Pdvsa como soporte de su proyecto político. En febrero del 2002 designó a Gastón Parra como presidente de Pdvsa, distinguido profesor universitario, pero sin conocimientos gerenciales, ni petroleros y militante de la extrema izquierda. Sin embargo, no fue protestado por los trabajadores. El 26 de febrero fueron nombrados siete directores internos y tres externos. Solo objetamos a cinco de los internos, compañeros con buena hoja de servicio, pero sin credenciales suficientes para ser directores. Se realizaron gestiones infructuosas para evitar el conflicto. A Gastón Parra se le solicitó que revirtiera los nombramientos y a los objetados a que renunciaran para evitar el conflicto, pero esas gestiones fracasaron.
De los 63 altos ejecutivos de Pdvsa y filiales solo nueve, incluidos los cinco directores objetados, no se sumaron a la protesta. En todas las áreas el personal se organizó para defender la meritocracia, eligiendo a 74 delegados. Ningún político, ni extrabajador de Pdvsa, mucho menos intereses foráneos influyeron en las protestas. El paro se inició el 4 de abril y culminó con la gran marcha del 11 de abril, la masacre y la renuncia de Chávez a petición de la Fuerza Armada.
Cuando regresó al poder pidió perdón y reincorporó a los siete despedidos y a los jubilados. Designó a Alí Rodríguez, antiguo guerrillero castro- comunista, y se inició una persecución en contra de los principales actores de abril. Los partidos políticos, la CTV y Fedecámaras convocaron un paro cívico el 2 de diciembre. Ese día se sumaron al paro, por decisión individual, principalmente los trabajadores administrativos. Al terminar el día era evidente que la huelga no tenía el éxito esperado y, probablemente, se hubiese suspendido. El gobierno agredió a los petroleros en una pequeña concentración en Chuao, los capitanes de buques de Pdv Marina se sumaron al paro, Alí rodríguez convocó a los paramilitares rojos a las instalaciones de la empresa y destituyó a los gerentes generales de las áreas que estaban en sus puestos dentro del Plan de Contingencia, todo lo cual intensificó el paro. Las instalaciones fueron entregadas al gobierno en perfecto estado, lo cual le permitió reactivar rápidamente la producción y refinación, lo que demuestra que son falsas las acusaciones de sabotaje. A partir del 2003, los despidos masivos, la designación de presidentes, directores y gerentes ineptos, falta de inversión y corrupción quebraron a Pdvsa.
Como (había) en botica: El gobierno interino debe investigar las denuncias sobre Monómeros Colombo-Venezolanos y exigir a su directiva que aclare la situación ¡ No más prisioneros políticos, ni exiliados!