«Si no sales, te mueres de hambre y nadie te ayuda», lamenta adolescente que pide en Caracas para comer
En 2020, la organización World Vision reveló que el trabajo infantil en Caracas aumentó 20% por la pandemia. Moisés sale cada día a las calles para limpiar los vidrios de los carros y ganarse algunos dólares para poder comer y lamentó que si no sale, «se muere de hambre».
Un reporte de VOA titulado «Minería y esclavitud sexual entre las peores formas de trabajo infantil en Venezuela» reflejó como casi una decena de niños y adolescentes se rebuscan en las principales calles de la capital venezolana para sobrevivir.
Moisés Infante espera la luz roja del semáforo en la avenida Francisco de Miranda para ofrecerse a limpiar los parabrisas de los carros a cambio de lo que el conductor desee darle: un billete de un dólar, algunos bolívares o algo de comida. Agita los brazos mostrando la botella con agua y jabón y el cepillo que usará para despejar el sucio del vidrio de quien acepte su servicio: “Ayúdame. No he desayunado”, murmura frente a un hombre que lleva la ventana abierta. No recibe nada aún, pero es paciente. Permanecerá las horas necesarias hasta conseguir lo que considere es suficiente para marcharse.
Dijo que semanalmente logra reunir unos 15 dólares, otras veces recibe naranjas, mandarinas, cambur, galletas o cualquier alimento que guarda en un morral tricolor, con las costuras a punto de reventarse.
«Salgo para la calle a ver qué hago, porque en mi casa no hay comida. Y a ver si hago real para comprarme unos zapatos, una ropa, porque no tengo», cuenta el adolescente de 14 años. «Yo quiero estudiar, pero no sé cómo estudiar. Yo no quiero estar limpiando vidrios, porque no quiero estar más en esta situación, más bien yo quiero trabajar un trabajo normal, donde me paguen y yo pueda comprarme las cosas».
Winston tiene 16 y al igual que Móises lleva cinco años sin ir a la escuela. Vive con su abuela que no está en capacidad de laborar. «Uno tiene que salir de su casa a buscar el pan de cada día. Si no sales, te mueres de hambre y nadie te ayuda».
En Venezuela los niños se dedican a actividades mineras, formas de esclavitud sexual, servidumbre, trabajo servil, cargadores de combustible», advierte el abogado Carlos Trapani, coordinador de Cecodap. «Cuando vemos a un niño limpiando vidrios en una esquina es un reflejo de una profunda crisis y de cómo los mecanismos de protección, y sobre todo de prevención, fallaron».