Queda atrás la vieja consigna
Le ha sido difícil al régimen acabar con una básica cultura política democrática. La ha roído extraordinariamente por todos estos años.
Se entiende que el propio acto de sufragar no basta. Hay condiciones fundamentales que deben garantizar transparentemente los resultados.
Condiciones que los comicios negociados no han cumplido. Y tropezamos siempre con la misma piedra al pretender y efectivamente negociar el acto y los resultados electorales.
Ni siquiera a los pocos partidarios del régimen les convence. Queda atrás la vieja consigna chavista de ciega lealtad porque nadie eligió jamás la catástrofe humanitaria con hiperinflación y represión.
La usurpación ha preferido pagar a sus supuestos opositores para danzar en un escenario que no es electoral. Tratamos de una simulación de lucha de la que ya sabemos cuáles son sus consecuencias.