Migrantes venezolanos están a merced de la pandemia
En un estudio realizado por la organización World Vision durante el mes de mayo, quedan evidenciados algunos padecimientos de los migrantes venezolanos a raíz de la llegada de la pandemia.
Del informe se desprende que un 83% de los venezolanos desplazados ha tenido «dramática pérdida de ingresos»y que no pueden cubrir gastos de alimentación y alquiler lo que se traduce en un número significativo de personas que están viviendo en situación de calle y mal alimentadas.
El informe, reseñado por Europa Press, tomó como muestra un total de 171 familias de migrantes a lo largo de Colombia,Perú, Brasil y con un promedio de cinco personas cada una.
La situación crítica por la cual ha estado atravesando Venezuela en los últimos años, ha llevado a aproximadamente 5.6 millones de personas a salir de su país y ha refugiarse en países vecinos en los cuales muchos de los viajeros se han visto en situaciones muy precarias en los países a los que llegaron y que con la llegada de la pandemia ha recrudecido.
«Hay 5.6 millones de migrantes venezolanos tras una tormenta perfecta que ha supuesto la violenta colisión de una crisis humanitaria largamente ignorada con la peor pandemia que ha sufrido nuestra población», ha lamentado el líder World Vision para América Latina y el Caribe, Joao Diniz.
Colombia y Perú en donde los venezolanos han visto más deteriorado sus ingresos y por consiguiente su situación; también se desprende del estudio que la mayor deficiencia económica en todos los países la han sufrido más que todo mujeres.
Los migrantes se han visto obligados a reducir las raciones diarias de alimentos, llegando inclusive a solamente comer una sola vez al día, hacen uso de la ayuda humanitaria o la asistencia que algunos países les proveen aunque hay algunos como Perú y Colombia que no ofrecen este salvavidas.
Natalia Korobkova, miembro de World Vision afirmó que los migrantes venezolanos «muchos caminan con niños muy pequeños, familias con hasta cinco niños a su cargo y realmente no tienen ni dinero ni hacia dónde ir, van hacia nada. Lo más impactantes es saber de qué es que huyen ellos, lo mal que está su país para realmente ir hacia donde saben que van a enfrentarse al hambre, al frío, a la xenofobia, a una incertidumbre completa pero están en la búsqueda de algo mejor para sus niños».
Otra de las conclusiones del estudio es que el 79% de los venezolanos en el norte de Ecuador no han podido pagar alquileres y han tenido que dormir en la calle, al igual que la mitad de sus coterráneos en Colombia.
Otro de los inconvenientes que afrontan los refugiados es el aumento de xenofobia y la discriminación porque han sido acusados de introducir el Covid.19 en los paises que los reciben, situación que se ha visto mas acentuada en Perú en donde el 46% de los entrevistados aseguraron que reciben ataque personales por ser migrantes. Igualmente se evidenció un retraso en cuanto al procesamiento de documentos de refugio, siendo nuevamente Perú el que lidera este renglón, seguido de Colombia.
En este aspecto, Korobkova manifestó que la xenofobia va creciendo porque «ya son varios años de crisis migratoria. El número de los migrantes va creciendo, lo que estamos observando es que hace unos años, era que las personas de profesiones los que migraban. Ahora lo que estamos viendo es simplemente ya una migración masiva. Todos los que puedan en Venezuela se levantan y caminan».
La funcionaria dice que entienden que «en un año o más como este de la pandemia de mucha crisis económica que impacta también a las comunidades locales, esta migración no siempre es bienvenida».
En el informe de este año apareció un nuevo factor que atenta contra los refugiados: la salud mental, la cual en comparación con el informe pasado aparece como preocupante, sobre todo porque afecta a los menores de edad. De los entrevistados el 77% manifestó que han tenido un impacto negativo en el bienestar psicológico de sus hijos, el 40% mencionó que han tenido episodios de depresión y 30% aumento del estrés y de la violencia. Aunado a esto, indican que los niños se sienten preocupados por la alimentación limitada (51%), deserción escolar (16%) y abuso, negligencia y explotación (11%).
Todo lo anterior se agrava con la llegada de la pandemia, no solo en el aspecto económico y social, sino también por la incertidumbre de si podrán vacunarse o no, aspecto que ha sido denunciado por World Vision porque las vacunas «no están llegando a las poblaciones más necesitadas y las condiciones de vida de los migrantes los exponen a mayor riesgo» ha dicho la Directora Técnica, Promoción y Compromiso Externo de la organización.
Según la muestra entrevistada el 20% manifestó que no creía ser elegible para la vacuna por su condición de migrante, el 66% no sabía de planes para su comunidad y otro 22% no recibe información sobre el virus ni de protocolos y medidas de seguridad sanitaria, esto «porque no hay información específica creada para ellos, mientras que la mayoría no tiene acceso a medios de comunicación, ni en muchos caos a internet».
Con información de Europa Press