Ingrid Betancourt, tras reunión con captores: Me sorprende que no haya lágrimas del otro lado
La excandidata presidencial de Colombia, Íngrid Betancourt, sostuvo este miércoles un encuentro con sus captores, los líderes de las Farc y ahora comunes, donde habló sobre el drama que vivió y el dolor de ser secuestrada.
Betancourt estuvo raptada por las Farc por 6 años, cuatro meses y 9 días, desde febrero de 2002, luego que decidiera reunirse con ellos pero dejando atrás a su escolta.
La sometieron a todo tipo de vejámenes como ocurrió con sus otros compañeros de rapto. Fue liberada hace 13 años tras la operación ‘Jaque’, pero aún así considera que el secuestro «no tiene fecha de vencimiento».
Con sus ojos lagrimosos, la política dijo a uno de los captores: «Usted habló de la violencia de las palabras, pero yo le quiero hablar de la sanación de las palabras. ¿Dónde están los recursos que ustedes usaron del narcotráfico, que acumularon. Usted oyó a Ángela Cordón como quedó su familia y encima tenían que pagar impuestos. Multiplique esa historia por millones, esa es la historia que tenemos que reparar. El Estado no puede reparar, ustedes tienen que reparar».
«Debo confesarles que me sorprende que nosotros de este lado estemos todos llorando y que del otro lado no haya habido una sola lágrima», añadió.
«Este es un ejercicio espiritual que nos obliga a mirarnos desde adentro. El valor de este encuentro reside en que quienes actuaron como señores de la guerra y quienes los padecimos, todos los que estuvimos en el ojo del huracán de la guerra, nos levantamos ante Colombia para decir que la guerra es un fracaso. Que solo sirve para que nada cambie y que lo único que hace es postergar el futuro de nuestra juventud», dijo Íngrid en el encuentro.
La exmiembro de la Cámara de Representantes de nunca imaginó «tener la posibilidad de un diálogo humano con mis captores. La violencia nunca ha sido ni será la solución. Si hemos podido escucharnos con todo lo que nos cuesta, entonces podremos decir que el amor es más grande. Si hay esperanza, hay futuro».
En un momento, Betancourt relató cómo le habló a sus secuestradores: «usted confió en mí, ¿y yo acaso puedo confiar en usted? El día en que a usted le den la orden de matarme, ¿usted qué va a hacer? ¿yo podré confiar en usted o usted podrá matarme? Por eso hoy necesito ver los ojos aguados de ustedes. Yo le agradezco a Emiro Ropero, Rubén Zamora por hacer un inmenso esfuerzo por ponerse en nuestros zapatos. Por tratar de imaginar lo que puede ser el sufrimiento del que está encadenado. Porque yo sé que eso puede ser abstracto aún para nuestros verdugos. Agradezco que entienden el horror para las familias. Mi papá murió al mes de mi secuestro».
Asimismo, manifestó que volver del cautiverio «es ser señalado».
«A uno lo acusan de haber dado origen al drama que nos tocó vivir, no solamente llega uno quebrado por los años de secuestro sino que tiene uno que volver a defender su nombre, a defender la verdad. Yo debo repetirles, que mientras nuestra pesadilla sea solamente nuestra, mientras ustedes no se despierten con las mismas pesadillas que nosotros, estaremos ante la imposibilidad de explicarle a Colombia lo que realmente sucedió. Algún día tendremos que llorar juntos», apuntó.
En el encuentro participaron varios exguerrilleros, entre ellos, Rodrigo Londoño alias Timochenko.