Fieles conmemoran 102 años de la muerte de José Gregorio y anhelan su santificación
Este martes se cumplen 102 años de la muerte del doctor José Gregorio Hernández y sus fieles devotos asisten a diferentes misas para recordar el fatal accidente en la esquina de Amadores, en La Pastora que le causó una hemorragia cerebral a sus 54 años.
José Gregorio Hernández nació en Isnotú, estado Trujillo, donde hoy se realiza una Eucaristía en el Santuario de Isnotú, la misma estará a cargo del monseñor José de La Trinidad Valera Angulo, obispo de la Diócesis de Guanare.
El sexto Obispo de Guanare, oriundo de Trujillo y con una recordada labor presbiteral en su tierra natal, ha sido invitado por el Administrador Diocesano de Trujillo, Pbro. Rubén Delgado, en nombre del clero y de la feligresía, a los actos conmemorativos en honor al «médico de los pobres»
La Eucaristía a la que han sido invitados todos los obispos venezolanos y el clero diocesano en pleno, inició a las 10:00 a.m., y debido a la pandemia los devotos vivirán los actos de manera especial en oración desde sus hogares.
El santuario Nuestra Señora de La Candelaria, en Caracas abrió sus puertas desde la madrugada. Desde las 12:00 a.m. se ofician misas cada dos horas y a partir de las 9:00 a.m. el cronograma de las eucaristías será el habitual: 9:00 a.m., 11:00 a.m., 12:00 p.m., 1:00 p.m., 5:00 p.m. y 6:00 p.m. Esas dos últimas celebraciones serán presididas por el Arzobispo Jorge Urosa y el Cardenal Baltazar Porras, respectivamente.
Santificación
Para muchos venezolanos, José Gregorio ya es un santo, es tradición que en los hogares haya una imagen del médico de los más humildes como muestra de fe y devoción. Pero para que esto sea oficial aún falta.
El pasado 30 de abril se cumplió el anhelo de millones de católicos venezolanos, cuando presenciaron la beatificación en un acto con acceso limitado debido a la pandemia del coronavirus. La ceremonia no pudo realizarse, por ello, en un estadio, como era la intención inicial.
En cambio, la declaración como beato se oficializó en una celebración con 150 invitados en la iglesia del colegio La Salle y fue encabezada por el nuncio apostólico de Venezuela, Aldo Giordano. En esa ceremonia, a la que asistieron otras autoridades eclesiásticas, se leyó un documento aprobado por el papa Francisco, quien respondió así a una solicitud elevada por el cardenal venezolano Baltazar Porras.
«Con nuestra autoridad apostólica concedemos que el venerable siervo de Dios José Gregorio Hernández Cisneros, fiel laico, experto en la ciencia y excelente en la fe, que reconociendo en los enfermos el rostro sufriente del Señor como el Buen Samaritano, los socorrió con caridad evangélica curando sus heridas del cuerpo y del espíritu, de ahora en adelante sea llamado beato», indicó Giordano, cuyas palabras fueron aplaudidas por los asistentes al grito de «¡Viva José Gregorio! ¡José Gregorio es nuestro!».
Para que Hernández sea santificado falta una primera etapa en la que se debe presentar otro milagro atribuido al Beato, y una segunda etapa en que la Congregación para la Causa de los Santos examina el milagro presentado.
Según el procedimiento, este segundo hecho milagroso debió producirse en fecha posterior a la beatificación y también será examinado por comisiones de médicos y teólogos. Luego, la propuesta volverá a manos del sumo pontífice, quien refleja su aprobación a través de un Decreto de Canonización.
La Conferencia Episcopal Venezolana solicitó a los fieles que manifiestan haber recibido un milagro de José Gregorio que compilen documentos, exámenes y testimonios y los envíen a la comisión encargada de su canonización.