En encuentro con Íngrid Betancourt, Timochenko pide perdón por secuestros y crímenes de las Farc
Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’, también participó en el encuentro con Íngrid Betancourt y sus captores. En la reunión, reconoció que muchas de las personas que secuestraron fueron sometidas a «tratos indignos de su condición humana», por lo que pidió perdón por ello.
«Reconocemos que muchas de las personas secuestradas fueron sometidas a tratos indignos de su condición humana, padecieron agresiones físicas y morales que aumentaron innecesariamente su sufrimiento. También, que un alto número de las víctimas de secuestro terminaron perdiendo su vida hallándose en nuestras manos, y lo que es peor, sepultadas en algún lugar de la geografía rural, que dadas las circunstancias de la confrontación armada, resulta hoy difícil de determinar con precisión», reconoció.
El exguerrillero enfatizó que con el secuestro se causó «dolor a las víctimas y todas sus familias» y que fue consecuencia de sus acciones, algo que reconoce «sin vacilar», reseñó El Tiempo.
En ese sentido, pidió perdón a las víctimas de secuestro: «Esperamos que alguna vez puedan perdonarnos por el incalificable daño infligido», dijo.
Y siguió: «A quienes nunca regresaron del secuestro, a quienes perdieron la vida en nuestras manos, a sus allegados agobiados durante años y años por su ausencia y desconcierto, les suplicamos perdonarnos por la terrible afrenta ocasionada.»
En medio de sus palabras, aseguró que tienen sentimiento de vergüenza por los crímenes cometidos por la guerrilla, y pidió país al país.
Admitió sentir vergüenza por los crímenes que cometió la guerrilla, por lo que pidió perdón a toda Colombia por ello.
«También extendemos nuestra petición de perdón a la sociedad colombiana, a todos esos hombres y mujeres afectados de uno u otro modo por la incertidumbre y la zozobra que generó la aborrecible conducta que practicamos por décadas. A los extranjeros y extranjeras que padecieron miedo o intranquilidad en el suelo de Colombia como consecuencia de esa misma práctica. Nada puede explicar ni justificar su dolor, somos absolutamente conscientes de eso. No pretendemos excusarnos con ningún argumento. Ni siquiera se trató de personas involucradas en la confrontación, más bien resultaron víctimas inocentes de ella», finalizó.
Pese a las disculpas, Betancourt se sorprendió de no ver lágrimas del otro lado.
«Debo confesarles que me sorprende que nosotros de este lado estemos todos llorando y que del otro lado no haya habido una sola lágrima», añadió.