Zonas especiales
Ha proliferado toda suerte de zonas especiales en el presente siglo. La predilecta han sido las de seguridad militar, aún para las extendidas y densas áreas urbanas que no las ameritan.
Sabemos de otras favoritas por obra de los eufemismos. Las llaman de paz porque la imponen las bandas armadas que pactaron con el régimen a través de la OLP.
Curiosamente las hay en movimiento. De ello habló la peregrina tesis del ataque al centinela durante las masivas protestas contra el régimen.
Las tradicionales zonas francas o puertos libres ya no existen para el lenguaje cotidiano. Pero ahora surgen otras de una nomenclatura que puede impresionar al desprevenido.
Están en proyecto las zonas económicas especiales que tratarán de imitar el modelo chino. Y simplemente ensayarán un falso desarrollo capitalista como islotes de empuje y de prosperidad en la mar de pobreza y de miseria en lo que han convertido a Venezuela.