Niños dejan de hacer tareas para buscar agua y prender fogones: LPL
Niños de zonas populares de Barquisimeto como El Carmen, La Pastora y Los Crepúsculos pasan varias horas al día cargando agua desde largos trechos por la escasez. Tienen que dejar las tareas para ayudar con las labores del hogar.
Un bidón, un botellón o cualquier envase son usadas por «Carlitos» (nombre ficticio para proteger su identidad) para buscar agua a unas dos cuadras de su casa. Su mamá debe trabajar a diario y él junto a otro «panita» de la cuadra cargan el agua desde la casa de una vecina que les presta la colaboración, reseñó La Prensa Lara.
«Uno hace las tareas, pero también tenemos que ayudar a buscar agua porque mi abuela está sola» dijo Carlitos, quien aseguró que como no hay clases invierte ese tiempo ayudando en su hogar debido a que por las tuberías no reciben el servicio desde hace meses. El día a día de Carlitos se traduce en buscar agua cuyo trayecto lo recorre hasta seis veces al día, para poder llevar suficiente vital líquido a su casa y que su abuela pueda preparar los alimentos, bajar el inodoro y bañarse.
Adultos lamentan que los niños tengan que vivir esta situación pero la necesidad agudizada por la crisis los obliga porque de lo contrario no tendrían agua potable en casa. «Que nos íbamos a imaginar que nosotros estaríamos en esta situación, con nuestros hijos buscando agua, ellos deben estar es estudiando» contó Edgar Álvarez del barrio Ana Soto, quien junto a uno de sus hijos estaba en casa de un vecino en El Carmen que le presta una manguera para llenar envases con agua potable que luego trasladan en carretillas y cuyo trayecto lo repiten tres veces por día, e incluso de noche. «Se ven muchos niños cargando agua, esa es la realidad y no se puede ocultar».
Otras tareas domésticas como buscar leña para poder cocinar o ayudar a sus padres a hacer mercado, son algunas de las cosas que los niños hacen, dejando a un lado el libro, cuaderno y lápiz.
En barriadas como El Bolívar se ha vuelto costumbre que los padres salgan a trabajar y los niños de al menos 10 años, se levanten temprano, prendan el fogón y tiendan las arepas para dar desayuno a sus hermanos más pequeños.