Minimizadas las posibilidades de vida de niños con cáncer por pocos recursos y pobres condiciones
Carlos A. Ramírez B.
La falta de recursos es el detonante para que los niños con cáncer, en el estado Lara, no pueden atisbar en un futuro cercano la posibilidad de generar alguna mejora sustancial de su padecimiento. La Fundación Amigos del Niño con Cáncer (Fanca) estima en la región centro occidental 1.284 casos de los cuales, 290 se catalogan de “consecuentes”, ante la falta de tres factores, el primero, la adquisición de los medicamentos, el segundo, el pago de exámenes de laboratorio y, el tercero, la nula capacidad de asistir a los centros de salud para las revisiones necesarias.
Según La Prensa de Lara, los casos más representativos de cáncer se evidencia en niños quienes padecen de leucemia desde los primeros años de sus vidas, continúan los tumores cerebrales, linfomas de Hodgkin y los tumores de riñón y de retina, de acuerdo a las estimaciones de la oncóloga pediatra, Claudia Panebianco, quien aduce que la posibilidad de atender los casos es ínfima lo que agudiza el peligro en los pacientes, pues por lo general “se generan diagnósticos a destiempo”.
La especialista aclara que en un número representativo de casos “llegan a la consulta en un estadio 4 tan avanzado que son referidos inmediatamente a quimioterapias”, pues en la región, señala que existe un desconocimiento de la enfermedad a fondo, por parte de algunos galenos y, los pacientes, no son referidos a los especialistas.
Reitera que la falta de condiciones óptimas para cada caso agrava a los pacientes, en el caso del cumplimiento de las quimioterapias, que son aporte del Instituto de los Seguros Sociales (Ivss), el tratamiento llega incompleto “y se trata de fármacos de alto costo que ponen a parir a familiares”.
Panebianco destaca que el tiempo estimado para buscar los recursos, a partir de colaboraciones y donaciones, deja al paciente sin el ciclo completo de tratamiento, “una demora implica que la célula tumoral nueva haga resistencia y queden menos posibilidades de vida”.
Advierte que los protocolos estimados para tratar la enfermedad no se cumplen pues una situación adicional se suma a la ya precariedad existente, los laboratorios no entregan de manera expedita los resultados de casos específicos.
“La administración del Metotrexato, que de acuerdo al caso es suministrado 4 días después o con el antídoto de 12 colocaciones cada 6 horas (…) en Lara no existe una manera inmediata de saber cómo se elimina y se realiza por niveles de sangre, con algunos laboratorios que arrojan resultados al mes siguiente, cuando debería ser luego de 24 horas”.
Con información de La Prensa de Lara.