Maduro miente, Aristóbulo Istúriz no se parecía a Simón Rodríguez
Con motivo del fallecimiento de Aristóbulo Istúriz el payaso de Nicolás Maduro ha dicho que “era lo más parecido a Simón Rodríguez”. Hablaba de la similitud espiritual y de comportamiento. Como buen discípulo de los castristas, Maduro miente con entera desfachatez, despreciando el hecho que los venezolanos – aún aquellos quienes escriben en Aporrea – sabemos que miente. Allí una educadora chavista dice: “Aristóbulo fue parte de la política que nos ha llevado a la destrucción de las condiciones de existencia de los y las que vivíamos únicamente de nuestro trabajo. Adiós Aristóbulo, no fuiste uno de los nuestros”.
Deseo comenzar por decir que ni me alegra esa muerte ni me siento apenado por ella. Respeto el dolor de quienes lo quisieron pero pienso que su comportamiento fue funesto para Venezuela. Lo vi en un video de enero de este año y me impresionó su aspecto, ya que tenía tiempo sin verlo. Este Istúriz que vi en pantalla era un hombre casi obeso, sin cuello aparente, con alguna dificultad respiratoria. Nada parecido al Istúriz muy delgado, con energía rebosante, de su era de demócrata. Este video me mostro a un Istúriz, muy diferente al que fue alcalde de Caracas.
¿En que se diferenció Aristóbulo Istúriz de Simón Rodríguez?
1. Rodríguez no solía mentir. Era sincero hasta el extremo de ser rudo y ello le causó graves problemas con la gente a quien hubiera podido ayudar, como Sucre y el mismo Bolívar, después de la guerra de independencia. Aristóbulo Istúriz era mentiroso. El 9 de Agosto de 2016 dijo que “En Venezuela no hay gente que no sepa hablar ni escribir”, en referencia a la llamada Misión Robinson, la cual habría – según Chávez y él – eliminado el analfabetismo en Venezuela. Ver aquí.
Declaró a Venezuela como país libre de analfabetismo. Mentía descaradamente por dos razones. Una, que Ubesco había establecido años atrás, en 2002, que el porcentaje de alfabetización de Venezuela antes de la llegada de Chávez al poder ya era de un 91% +. Esa alta tasa era debida en gran medida a la actividad de Fe y Alegría en el país. El censo nacional venezolano, hecho en 2011 ubicó los niveles de alfabetismo en 95,1%, para la población de 10 años y más, por lo que la tasa de analfabetismo correspondía al 4,9%. Esto implica que para ese año había en Venezuela 1.101.706 personas que no sabían leer ni escribir. Istúriz mentía.
Según dice el informe de ProDaVinci arriba citado: “En 2008, Francisco Rodríguez y Daniel Ortega publicaron su trabajo de investigación titulado: ¿Libre de analfabetismo? Una mirada cercana a la campaña de alfabetización Robinson de Venezuela, donde estudiaron los resultados del programa de alfabetización de la Misión Robinson. Usando datos oficiales de las encuestas hogares venezolanas, que incluyen auto-reportes en alfabetización, Ortega y Rodríguez encontraron que la Misión Robinson tuvo efectos muy pequeños sobre el nivel de alfabetización, consiguiendo incluso que, en varias de las estimaciones que realizaron, el efecto era estadísticamente indistinguible de cero.
En sus estimados más optimistas, los autores calcularon que el número total de personas que aprendieron a leer y escribir como resultado del programa sería de 48.327, un número muy alejado del millón y medio que ha dicho el gobierno nacional”.
2. Simón Rodríguez era un educador a tiempo completo, quien dejó obra escrita sobre su dedicación a la enseñanza. Nunca tuvo veleidades políticas y, al contrario, lo que puede llamarse su fracaso público tuvo que ver con sus constantes enfrentamientos con el sector político. Istúriz fue un político a tiempo completo, un hombre dedicado defender el poder en aras del poder, un manipulador político que pasó por ministerios, por gobernaciones, por alcaldías, hasta por la vicepresidencia del país, gracias a su entrega total a un proyecto dictatorial y anti-educativo.
Istúriz decía, por ejemplo, que “el día que eliminemos el control de cambios nos tumban”. Es decir, el reconocía que el control de cambios y su manejo corrupto por el gobierno era lo que los mantenía en el poder. Sin embargo, lo apoyaba, dado que él era parte de la mafia que controlaba el poder. ¿ En que se parecía esta actitud a la de Simón Rodríguez? Istúriz fue un cómplice. Rodríguez fue un rebelde perenne.
3. Simón Rodríguez fue un hombre honesto y murió en Perú en la mayor pobreza, con la ropa que llevaba puesta. Istúriz no fue un hombre honesto. Como ministro de educación dio contratos por millones de dólares a una empresa corrupta, de comprobada acción ilegal, como fue el caso de Banvalor. Sus socios en esa operación han sido declarados terroristas en USA. Los Panamá Papers han descrito las actividades delictivas de esta empresa socia de Istúriz
4. Simón Rodríguez nunca promovió el culto a la personalidad. Al contrario, era un gran demócrata y un fiel creyente y gran campeón de la igualdad. Decía que solo una república podía crear buenos ciudadanos. Por lo tanto, mal podría Rodríguez promover dictaduras. En cambio Istúriz fue un vasallo de Chávez, uno de sus principales colaboradores en la tarea de someter al país a un régimen militarista y arbitrario. Fue un vulgar cachorro de Chávez y, peor aún, un incondicional del régimen de Maduro.
En resumen:
– Istúriz promovió las ideas dictatoriales de Chávez
– Convirtió la escuela venezolana en un centro del culto a la personalidad
– Promovió currículos educativos que eran fuentes de adoctrinamiento para crear vasallos, no ciudadanos
– No fue un educador, fue un político que puso la educación al servicio de un proyecto político. Esto es delincuencia.
Aristóbulo Istúriz no se parecía en nada a Simón Rodríguez.
Ni Chávez a Bolívar o a Betancourt.
Ni Rafael Ramírez a Rafael Alfonzo Ravard.
Ni Nelson Merentes a Andrés Germán Otero,
Ni Iris Varela a Elio López Grillo,
Ni Isaías Rodríguez a Mariano Picón Salas.
La gavilla de ladrones y narcos que hemos tenido en el poder en el siglo XXI no puede jamás compararse con la Venezuela significativamente luminosa que tuvimos en el siglo XX.