La ‘Dolce Vita’ de los enchufados boliburgueses: El Mundo
Caracas vive su propia ‘Dolce Vita’, una versión revolucionaria para los «enchufados» a la que únicamente le falta un Fellini el cual le retrate. Porsches, Ferraris, islas paradisíacas, modelos, tratamientos de bellezas de miles de dólares, restaurantes de lujo y yates son parte de la burbuja que creó Nicolás Maduro como una vía de escape para que los chavistas jerarcas vivan a toda pastilla en Venezuela, sin la necesidad de ir a otras naciones donde están sancionados, reseña hoy El Mundo.
Del otro lado de oasis de opulencia, circunscrito a una zona determinada de la capital, los venezolanos resisten como pueden ante el «descalabro bolivariano», el cual a final de año habrá acabado con el 80% del PIB existente cuando Maduro llegó al poder en 2013. El Hotel Humboldt es el principal ícono, en la cúspide de la cordillera que circunda Caracas, escenario de las más grandes fiestas privadas y que espera que el líder del chavismo instale el casino que prometió.
Mientras el chavismo lloraba la semana pasada la muerte de Aristóbulo Istúriz, decenas de misteriosos mensajes empezaban a circular en redes sociales hasta hacer tendencia la palabra yate. «Lluvias hacen que enchufado pueda usar su yate en Caracas», satirizó el Chigüire Bipolar.
Fuentes opositoras confirmaron a El Mundo que el fallecido ministro de Educación poseía un potente yate con el que navegaba por el Caribe y que incluso había llegado hasta Santo Domingo en tan placenteros periplos.