Exclusiva ND | Félix Oletta: No se pueden elegir vacunas como si fueran productos en un supermercado
El exministro de Salud, José Félix Oletta, criticó las declaraciones del presidente de la AN/6D, Jorge Rodríguez, acerca del interés particular por la vacuna de Johnson & Johnson para combatir el covid-19. Oletta asegura que elegir una vacuna de otra representa un retraso para enfrentar lo que calificó como “la peor crisis de salud que ha tenido Venezuela”.
En una entrevista exclusiva con ND, el doctor Oletta mencionó que en este momento “hay una situación de demanda masiva de vacunas, y una oferta muy limitada. No pueden elegir la de su preferencia, es irreal”.
“No se puede elegir un lote de vacunas como cuando buscas algo en un supermercado, debes aceptar la que hay”, sostuvo.
Señaló que el veto de la vacuna Astrazeneca es un “retraso totalmente injustificado”, porque no se ha planteado un argumento con bases científicas, apoyado en las recomendaciones de órganos técnicos y especializados, como lo es la Agencia Europea de Medicamentos, que ya había aprobado la vacuna Astrazeneca anteriormente.
“Los datos indican que 1 en 100.000 casos tienen reacciones adversas, ¿Cuál será el número de personas que dejan de ser vacunadas y que corren el riesgo de morir? O se protege a la población, o simplemente lo pones a riesgo. Yo preferiría proteger a la población, siempre y cuando el balance sea favorable; y francamente, lo es”, enfatizó.
“La vacuna afecta normalmente a mujeres menores de cuarenta años, puede destinarse a hombres y para mujeres mayores de 50 años”, sugirió.
Sin reglas claras, no se tiene un plan
El exministro de Salud criticó el plan de vacunación propuesto por el gobierno de Nicolás Maduro. Comentó que es un “ejemplo de la ausencia de información”.
“Si no se genera credibilidad en el plan, usted no genera confianza y sus argumentos se contradicen, no son creíbles; usted le está haciendo daño al plan, porque lo que usted ofrezca va a generar dudas”, puntualizó.
“Un plan de vacunación debe basarse en la comunicación y la transparencia. De nada vale un plan oculto. El plan de vacunación debe ser difundido y conocido por todo el mundo. Las personas deben saber cuándo les corresponde ser vacunadas, tener condiciones adecuadas; y no me refiero a hospitales, me refiero a lugares en que la probabilidad de contagio sea menor. Un plan incluye la aceptación social por parte de todos los ciudadanos, validarlo y estar de acuerdo. Los ciudadanos tenemos la obligación y el derecho de participar activamente en un plan de esta naturaleza. Tenemos el derecho a saber cómo se toman las decisiones, para eso tiene que haber gobernanza con transparencia, y no la hay; no hay gobernanza con transparencia en el tema de las vacunas”. Oletta reafirmó que “no es un reclamo, es una necesidad”.
Consideró “inexcusable” el retraso de más de seis meses para cancelar el monto necesario para participar en el programa Covax, la tardanza en la aplicación de las vacunas y falta de información concreta acerca de los datos y acciones pertenecientes al plan de vacunación.
“¿Cuál es el argumento? ¿De dónde saca usted el dinero para el Covax? Antes era necesario, pero no hubo participación”, sostuvo, y detalló que “existe una contradicción absoluta entre el discurso y la acción”.
“Un plan de vacunación debe involucrar a las personas”, como es el caso de las personas que tienen prejuicios acerca de las vacunas, que se les ha impregnado de desinformación de los movimientos antivacunas. “Las personas confían en lo que conocen, que tengan información completa. Si está en el aire, o se cambia cada quince días eso no es un plan, es una imposición”, aclaró.
Se refirió a que es necesaria la participación de todos los gremios, refiriéndose puntualmente a la propuesta de Fedecámaras para contribuir a que las vacunas cumplan con su ciclo de frío, y a que la Academia Nacional de Medicina sea involucrada y consultada para el cumplimiento efectivo del plan. “No puede ser excluyente, esto es un trabajo que requiere de todos los gremios”.
“Un plan de esta envergadura requiere transparencia, auditoría, control, porque se presta para muchas cosas, deben tener reglas claras”, dijo.
Estimó que en Venezuela se necesitan alrededor de 30 millones de dosis para que 15 millones de personas sean vacunadas. “Venezuela puede tardar 7 años en vacunar a 15 millones de personas”, puntualizó.
“La mejor vacunación que usted puede hacer es inmunizar a la mayor cantidad de personas posible. Evita la propagación de variantes, riesgos de complicaciones en las personas que no han sido vacunadas, reducen el número de muertes, y protegen a la población, reduciendo la transmisión al mínimo”, explicó Oletta.
Venezuela no ha cumplido con los objetivos de inmunización
El doctor Félix Oletta mencionó que en “Venezuela no solo se necesita un plan de vacunación para parar el covid-19, sino que ha tenido desde el año 2010 un aumento severo en los casos de enfermedades que ya estaban erradicadas en el país, como la difteria, sarampión y el polio”.
Aclaró que en total necesitarían ser vacunadas 20 millones de personas, para poder cumplir con los objetivos de vacunación establecidos por la Organización Panamericana de la Salud. “Venezuela no ha cumplido con los objetivos de inmunización para el año 2019, los porcentajes de cobertura se mantienen bajos desde el 2017. En el año 2020 no se cumplió ninguna de las metas, aun cuando el compromiso eran 4 o 5 millones de dosis”, informó.
«Venezuela aplicó para el año 2019 solo el 52% de las vacunas contra la hepatitis B, 62% contra el polio, mientras que otros países han logrado alcanzar un 77% y un 84% respectivamente, nos encontramos al final de las gráficas».
“Estamos hablando de un esfuerzo gigantesco y en una escala mucho más elevada en comparación al esfuerzo que debemos hacer de forma convencional, pues nos enfrentamos a la peor crisis de salud que ha tenido el país”, reafirmó.
Explicó que hace falta un esfuerzo logístico, comunicacional, la formación del recurso humano calificado y suficiente para inmunizar a 15 millones de personas.
“Se necesita un ejército civil de personas vacunando que tienen que estar muy bien entrenadas”.
Vacuna cubana en Venezuela
Mencionó que a su juicio, de ser aplicada la vacuna cubana en Venezuela, sería con carácter experimental. “La fase tres requiere que miles de personas se apliquen la vacuna, que sean evaluadas, que sean sometidas a un estudio de inmunidad para medir su capacidad de respuesta y pasar por la evaluación de seguridad. Esa etapa supone grandes grupos de población, como se ha hecho en otros países desarrolladores de las otras vacunas”.
Opinó que las decisiones que se están tomando no son lo suficientemente consultadas con los órganos de competencia.
“Las academias en un país son para ser consultadas, son las personas con más experiencia con conocimiento extraordinario. Y no están siendo tomadas en cuenta. La Academia Nacional de Medicina es un órgano por ley tiene el nivel de experticia y pertinencia para estos asuntos”, enfatizó.