El teletrabajo y como los venezolanos sortean la crisis para sobrevivir en pandemia: El Carabobeño
A propósito del Día del Trabajador, El Carabobeño indagó los retos que implican susbistir mediante teletrabajo en la Venezuela actual. Una docente y una periodista comentaron los principales obstáculos que deben superar a diario: mal internet, altos costos de equipos y fallas eléctricas, entre otros.
A las 6:30 a.m. ya Oriana Plaza tiene todo casi listo. Desayuno, indicaciones al niño de ocho años para que se conecte a su clase online de segundo grado y ella comienza a disfrazarse, mientras va repasando apuntes mentales del contenido que impartirá en minutos a sus alumnos de una de las secciones de arte del colegio en el que es docente, un rol que ahora asume en el teletrabajo. Media hora después ya está frente a la cámara web de la computadora que tuvo que comprar para enfrentar el teletrabajo que es parte de su vida desde hace más de una año. Se conecta a su sala de Zoom y empiezan a entrar los estudiantes. «Saludan y cuando ya ella está en acción, con sus explicaciones combinadas con su interpretación artística, todo se congela. Su imagen no se mueve y no escucha a sus alumnos», escribió Dayrí Blanco para le medio regional. «Respira profundo. Ya eso le ha pasado varias veces y lo ha resuelto. Voltea a un lado y se da cuenta que una luz roja destaca en el aparato que le da la conexión a internet. Agarra su celular y avisa a los estudiantes que tuvo una falla pero que en unos minutos se reconecta».
Hace más de un año, no contaba con todas las herramientas. Poco a poco se adaptó. Compró una computadora para conectarse mejor y derribar inconvenientes del inicio de la pandemia. También invirtió en un trípode, audífonos, cámara y pen drive. “Por las fallas de internet debo usar constantemente la conexión de mi celular, y en eso gasto en promedio un dólar diario. Es un gasto inmenso que hacemos los docentes para no dejar de impartir clases. Pero hay quienes no pueden, y hay alumnos que no tienen acceso a internet y por eso vemos que la deserción estudiantil ha aumentado tanto”.
Esteninf Olivarez hace periodismo en Caracas, y aunque muchos supongan que allá los problemas para el teletrabajo son menores, ha sido un reto diario. “Se nos ha hecho muy complicado ser ahora periodistas digitales, vamos aprendiendo sobre la marcha”.
Relató que para ajustarse al teletrabajo tuvo que contratar una empresa de internet que genera gastos adicionales a los que ya tienen como familia, y es un servicio que también presenta fallas en algunas oportunidades, por lo que ella asegura que esto se traduce en una dinámica propia del país.
“El periodismo de calle va a ser muy difícil que se sustituya porque Venezuela no cuenta con una plataforma tecnológica que nos permita hacerlo”. Y aunque los voceros como representantes sindicales, médicos y dirigentes políticos y gremiales hayan hecho esfuerzos por adaptarse al dar ruedas de prensa a través de diferentes plataformas de video conferencia, no todos logran conectarse o el internet falla. “Y cuando alguno decide apoyarnos con videos, también se les dificulta por la conectividad”.