El reto de vivir con diferencias
“Para vivir hoy hay que tener valores y para convivir hay que compartirlos”. Con esta frase de Abdelkader Masfane, psicólogo argelino, clarificamos la situación que se vive en el mundo entre tantas diferencias tanto políticas como religiosas.
Un 90% de la humanidad tiene alguna religión, y todas hablan del respeto al prójimo y de la solidaridad. Lamentablemente en la actualidad y sobre todo en este país estos valores han sido echados a la basura.
Hace veinte años Venezuela convivía entre dos ideales políticos: el Social Cristiano (Copei) y Acción Democrática (AD). Hoy día existe una vertiente llamada el chavismo-socialismo que nació del descontento de unos cuantos con ideales de «igualdad, libertad y verdadera democracia» ideas que jamás se lograron consolidarse.
La diversidad es una característica intrínseca de los grupos humanos. Cada persona tiene un modo especial de pensar, de sentir y de actuar, independientemente a que ideología política o religiosa pertenezca pero desde el punto de vista evolutivo, existen unos patrones cognitivos, afectivos y conductuales con ciertas semejanzas.
Toda diversidad es positiva porque enseña a reconocer la diferencia y a reconocerse en ella. Más que hacia la tolerancia apunta hacia la convivencia. Las sociedades diversas no suelen ser excluyentes, y ahora más que nunca este tiene que ser el mensaje para que aprendamos a vivir juntos con nuestras diferencias.
Políticamente en Venezuela se vive una terrible confrontación de ideas y de valores que ha conducido al país a un caos en todos los aspectos de la vida. Una frase que ha crecido como un gran monstruo, que es el de «Si no piensas como yo, eres un traidor».
Los políticos y regentes de un país deben echar un vistazo a su vida para ver en qué se han equivocado pues nos equivocamos y nos equivocaremos siempre debido a que también tenemos un sinfín de defectos.
En el país han convivido tres clases sociales la clase aja, la clase media y la clase alta. Esta estratificación social se ha visto modificada a dos; clase alta la chavista y clase baja la apátrida (opositora).
Según datos alarmantes entre 2005 y 2019, la incidencia de la pobreza por línea de ingreso en el país pasó de 34,4% a 96,2%. Y los porcentajes correspondientes a la pobreza extrema aumentaron de 10,7% a 79,3%. Casi 80% de los venezolanos no tienen los recursos necesarios para adquirir los alimentos básicos.
La medición, que desde 2014 llevan a cabo la Universidad Católica Andrés Bello y las públicas Central de Venezuela (UCV) y Simón Bolívar (USB) se ha convertido en la radiografía más rigurosa de los principales indicadores ante la falta de estadísticas gubernamentales. Hoy el país es el más pobre de la región y el segundo más desigual después de Brasil, de acuerdo a las mediciones hechas con base en entrevistas en casi 10.000 hogares.
Hemos sido testigos de cómo se ha ido reduciendo la tolerancia, y la intolerancia se convertido en algo común.
El sectarismo causado por esa diferencia de pensamientos y de la indiferencia ante tanta desigualdad se ha introducido en las raíces de nuestra sociedad, ya que es normal ver familias divididas por su posición política.
La intolerancia se ha profundizado tanto que muchas personas se hacen las ciegas al justificar violaciones de derechos humanos, solo por no dar su brazo a torcer y por ser afectos a un factor político.
Esta división en nuestra sociedad ha generado un deterioro de valores que se ha visto generalizado en lo político, social y económico lo que ha causado el desplome de la nación convirtiéndola en una de las mas pobres del mundo acompañando a Cuba y África.
Con una gran Impudicia la arrodillada Asamblea Nacional Constituyente aprobó esa fulana “Ley Contra el Odio, por la convivencia pacífica y la tolerancia”.
Aprender a aceptar las diferencias que tenemos con los demás, valorando el pensamiento ajeno y amoldando nuestro comportamiento para poder vivir con la libertad que brinda la tolerancia y el respeto por nuestros pensamientos e ideales, es algo imprescindible en la vida de todo ser humano. Vamos a respetar nuestras ideas y pensamientos y de esta manera poder logar un verdadero cambio que beneficie a todos.