Cuatro mitos sobre el conflicto en el Medio Oriente
Una vez alguien dijo que la primera víctima de una guerra era la verdad. Aunque esta frase fue pronunciada hace más de cien años, se aplica a la perfección a la reciente escalada de violencia en Medio Oriente. En los más de diez años que tiene mi columna de opinión, siempre he evitado escribir sobre temas que pongan de relieve mis creencias religiosas, no porque me avergüence de mi fe, porque por el contrario es algo de lo que más me siento orgulloso, sino porque viviendo en Venezuela, no quería darles a los intolerantes en el poder la oportunidad de recurrir al insulto fácil.
En esta ocasión es diferente. Hoy escribo como judío, pero sobre todo como ciudadano libre que tiene un espacio que otros quizás no tengan para responder a la manipulación y sesgo que inunda actualmente las redes sociales y tristemente, la mayoría de las agencias de “noticias” internacionales. Decidí elegir tan solo cuatro de muchos de los mitos que he leído en los últimos días sobre Israel y lo hago porque si algo sabe el pueblo judío es que las mentiras que también matan y deben ser respondidas:
Mito 1: “Se trata de un conflicto entre Israel y Palestina”. La primera de esta serie de manipulaciones pretende convencernos de que esto es un conflicto entre dos pueblos. Hoy la realidad es otra. Se trata de un conflicto entre el Estado de Israel y una organización terrorista, así calificada por la comunidad internacional. Mientras el conflicto de Israel no es contra el pueblo palestino, la guerra de Hamás es contra Israel entero, contra el Estado judío que han jurado “desaparecer del mapa”, tal como lo expresan en su propia carta fundacional. Pero la guerra de esta organización terrorista es también contra todo aquel que no profese el islamismo radical, como lo demostraron con sus acciones en 2007 cuando tras tomar el poder violentamente, asesinaron a más de 600 palestinos que se opusieron a su objetivo de convertir Gaza en un cuartel terrorista.
Importante destacar que al menos 700 de los más de 4 mil misiles que han sido disparados por Hamás en contra de Israel, han caído en el propio territorio palestino, asesinando hasta ahora al menos 16 civiles
Mito 2: “Israel ataca”. Otra de las mentiras que busca presentar a Israel como el factor detonante de la violencia en la Franja de Gaza. Frente a esto es necesario reafirmar que Israel no ataca, Israel se defiende. Cada escalada bélica ha sido la respuesta de Israel a un ataque de Hamás no solo contra los judíos, sino el 20% de su población árabe y demás minorías que también hace vida en Israel.
Sin embargo, uno se topa con muchas voces críticas que sin conocer a profundidad el tema, desde Europa o los Estados Unidos critican las acciones emprendidas por el Estado israelí, a esas personas yo le preguntaría ¿Qué pasaría si en la madrugada u otra hora del día el ruido de una sirena les advierte que su zona, su edificio, que la casa donde han vivido durante años es objetivo de un ataque con cohetes y pudiera desaparecer en solo minutos? Mis familiares y amigos en Israel deben escucharlas hasta 40 veces por día y viven para contarlo gracias a la “Cúpula de Hierro” que se encarga de interceptar en aire los misiles lanzados por Hamás. Ningún país del mundo toleraría que una organización terrorista lance contra sus centros residenciales más de 4.000 misiles en apenas unos días sin consecuencias. Lo único que Israel hace es defender a su población y en el ejercicio de su derecho a la defensa se encarga que el menor número de civiles se encuentren en el blanco del ataque. Para que tengan una idea, ningún otro ejército en el mundo pone en alerta a los terroristas antes de atacar, Israel lo hace porque su objetivo no es matar civiles, sino neutralizar las amenazas que se ciernen contra su territorio.
Mito 3: “Israel es expansionista”. Podemos leer una y otra vez que Israel se expande negando el derecho al pueblo palestino de existir. Esto es absolutamente falso. Fue precisamente Israel quien se retiró unilateralmente de la Franja de Gaza en 2005 teniendo como proyecto para la paz en la región la convivencia entre dos formas de organización política. Basta con ver el proyecto que tenía Israel pensado para la franja para ayudar a convertirlo en una zona de progreso. Lamentablemente, ese no es el objetivo de Hamás ni de los enemigos de Israel. El territorio israelí representa menos del 1 % del Medio Oriente, pese a ello, sus vecinos, en su mayoría países hostiles y con sistemas claramente incompatibles con los valores democráticos, ven a Israel como una amenaza. Entre esos vecinos hostiles se encuentra Irán, quienes comparten con Hamás el objetivo de borrar Israel del mapa. Pese a que normalmente el régimen iraní no entra directamente en confrontación con Israel, su rol es de financiar a todas las organizaciones terroristas que atacan Israel.
Mito 4: “La respuesta de Israel no es proporcional”. Es recurrente la pregunta ¿Por qué muere más gente en la Franja de Gaza que en Israel? Porque Israel invirtió en sistemas de defensas mientras que Hamás invirtió en armas y cohetes. Israel protege a su población, Hamás los usa como escudos humanos. La guerra de Hamás también es propagandística, cuando hay un número de mayor de bajas en territorio palestino, Hamás tiene más argumentos para justificar su agenda de violencia. Es absolutamente descarnado, pero lamentablemente así usa el conflicto Hamás. Para Israel cada vida cuenta, no se trata de elegir qué pueblo sufre más, sino de ver quiénes están interesados en proteger a su población y a quienes solo le interesa ponerla en riesgo. Solo un ejemplo, alrededor de 700 de esos más de 4 mil misiles disparados por Hamás en los últimos días han caído dentro de la propia Franja de Gaza y han matado al menos a 16 civiles palestinos. Estos misiles son lanzados desde zonas densamente pobladas. En el derecho internacional humanitario, el uso de civiles como escudos humanos es un crimen de guerra. Usted verá en los títulos de las grandes agencias de noticias “Israel bombardeó edificio en la Franja de Gaza donde se alojaban corresponsables extranjeros”, pero nunca leerá que en ese edificio funcionaba un cuartel de inteligencia al servicio de Hamás, desde donde se dirigían ataques hacia la población civil.
Es oportuno destacar una frase que dijo el embajador de Israel ante la ONU, Gilar Erdan, que ilustra una gran verdad: “Mientras Israel lamenta cada persona fallecida en esta guerra, Hamás celebra cada fallecido, si es Israelí celebra porque era su objetivo y si es palestino celebran porque lo usan para ganar compasión y apoyo internacional”,
Mientras escribía este artículo el cese al fuego fue acordado por las partes en conflicto luego de más de 11 días de violencia. Israelíes y palestinos merecen vivir en paz, una paz duradera, sin odios, sin el miedo ni el terror infundido por Hamás.
@BrianFincheltub