Jhoan Centeno, en el umbral de riesgos ignorados
La urgencia médica de uno de sus dos hijos menores de edad forzó el regreso de Jhoan y Germary a Venezuela en diciembre de 2019. Seis meses después, finalizando el mes de junio, en su hogar y junto al resto de su entorno familiar, bruscamente, circunstancias signadas por la adversidad perturban sus vidas. Nada parecido a las situaciones difíciles superadas en 17 años de unión conyugal, dentro y fuera del país.
“El castigo es el proceso”, escribió el eminente catedrático Ángel Zerpa en su cuenta en Twitter el 07/04/2021, punición o escarmiento que se hace mayor, inscrito por algunos entendidos en el campo de la tortura, cuando los derechos a la vida e integridad personal están en riesgo de daño irreparable. Noción del todo comprensible tomando como ejemplo el fallecimiento en marzo de este año de un privado de libertad en la Cárcel de Uribana.
El fallecido, José Hernández, era beneficiario de una “medida cautelar” otorgada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En su caso esa instancia internacional “solicitó al Estado adoptar las medidas necesarias para proteger sus derechos, asegurando el acceso a los tratamientos médicos prescritos por los médicos correspondientes”, según el “comunicado de prensa 83/21”, emitido por la CIDH, “se informó que no recibió atención médica oportuna”.
No es un mero ejemplo a título ilustrativo.Es una realidad que toca de cerca y preocupa sobremanera a Jhoan Alexander Centeno Rodríguez, de 33 años de edad, y a su esposa Germary Russo, como a todos sus familiares residenciados en la ciudad de Barquisimeto, por cierto, en una zona ubicada a escasos kilómetros de Uribana, por lo que el hecho antes referido ocasionó en ellos un fuerte impacto emocional.
Jhoan Centeno engrosó el listado de presos políticos el 30/06/2020 cuando es detenido arbitrariamente. El tribunal de control del estado Lara, donde lo presentaron cinco días después, declinó su competencia, siendo trasladado para procesarlo en Caracas. Inicialmente lo recluyeron en la sede de la Policía Nacional Bolivariana ubicada en La Yaguara y de allí lo trasladaron al centro de detención de ese cuerpo policial en San Agustín.
Poco más de un mes después de “ser secuestrado”, como dice su conyugue, el “12 de Agosto de 2020”, la “Dra. Luisa Martínez, Experto Profesional (Médico Forense)”, adscrita al “Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forense (sic)”, tras examinar a Jhoan emite “Dictamen Pericial” en los siguientes términos:
“Detenido que refiere pielonefritis […] Actualmente con sepsia de cólico nefrítico.”
La pielonefritis es una infección en el aparato urinario que, al hacerse crónica, como parece ser el caso de este joven estudiante, existe el riego de que se transmita a la sangre pudiendo afectar los riñones de manera grave; para evitarlo se prescribe el uso de antibióticos, acompañado del consumo elevado de líquidos, sobre todo agua, para ayudar a mantener un correcto funcionamiento de los riñones y a evitar eventuales complicaciones.
La expresión técnica “sepsia de cólico nefrítico”, representa complicaciones en la salud de Jhoan, porque sepsia es una inflación en un órgano, y él presenta inflamación de los riñones debido a la infección del tracto urinario, que técnicamente suele comenzar en la uretra o la vejiga, y se extiende a los riñones, precisamente lo sucedido en este caso, siendo una complicación potencialmente mortal de la pielonefritis o infección, pues los riñones pudiesen dejar de funcionar correctamente.
En fecha 28/09/2020, el Dr. Rubén D. Puerta H., Nefrólogo – Ecografista, tras auscultar a Centeno “por presentar dolor lumbar bilateral con predominio de región lumbar derecha”, elaboró un “INFORME MÉDICO” demostrativo del agravamiento de su estado de salud, ya no eran dos patologías sino cuatro, a saber:
“1.- Cólico nefrítico
2.- Litiasis renal bilateral
3.- Hematuria
4.- Infección urinaria”
Resumidos en los siguientes signos ecográficos:
“Litiasis renal bilateral a predominio del riñón derecho”.
Litiasis renal, piedras en el riñón o cálculos renales, es causa de dolor de espalda y un problema de salud bastante habitual que de no ser atendido debidamente puede acarrear nefastas consecuencias, como el cólico o dolor nefrítico diagnosticado y el intenso dolor de espalda que aqueja a Jhoan, denotando que se encuentra en la fase aguda del cólico nefrítico.
Cuando se está sufriendo un cólico nefrítico, sobre todo en la fase aguda, es recomendable una adecuada hidratación, algo que a Jhoan le ha resultado muy difícil, complicando aún más su situación. Y provocándole un aumento del dolor de espalda y de otros síntomas como náuseas y vómitos que a la fecha son una constante en él, según lo que nos refirió su esposa.
Una enfermedad litiásica, valga decir, la que presenta Centeno desde septiembre de 2020 hasta la presente fecha, sin acceso a medios de salud adecuados y asociada a una infección urinaria, de fase aguda, tal vez hecha crónica, como lo sugieren no sólo la necesidad frecuente de orinar sino también la presencia de sangre y el olor fétido en la misma, obligan a cuidados médicos especializados y no simplemente a la prescripción de antibióticos.
En estas condiciones de desatención, las complicaciones han agudizado los fuertes y constantes dolores que Jhoan Centeno siente en la parte baja de la espalda con reflejo en sus piernas, la pelvis y la ingle, incrementándose la presencia de sangre en la orina, la fiebre, los escalofríos y los vómitos, aunado a la fatiga y frecuencia cardíaca rápida que ha experimentado últimamente. Padecimientos que no hacen tanto daño como la indolencia en el sistema de administración de justicia.