Explosión de mortero en Apure pudo ser por graves problemas de entrenamiento: Oficial artillero, a Barráez
Un alto oficial artillero reveló a Sebastiana Barráez que el estallido de un mortero en El Ripial, estado Apure, el cual mató a tres militares, pudo haber ocurrido por tres causas, entre ellas los «graves problemas de entrenamiento».
«Problemas graves de entrenamiento, violación de las medidas de seguridad o el uso de una munición cuya vida útil ya se había cumplido, pero en cualquiera de los casos es exagerada la cantidad de heridos y la gravedad del hecho», comentó Barráez para Infobae. En el hecho murieron el Primer Teniente (Ej) Julio Manuel Inojosa Morgado, plaza del grupo Vásquez, S1 Breinner Alexander Granados Suárez y del C/2DO Yoendry Enrique Piñero Ortega.
El oficial artillero, el cual se especializa en disparar cañones, armas de alto poder de fuego y mortero en el Ejército, detalló varias versiones de lo que pudo haber ocurrido, pero enfatiza que el mortero es para que lo operen no más de 3 personas: 1) el jefe del mortero, el cual regularmente es un soldado o un sargento, a quien se le llama Jefe de Pieza; 2) un soldado que cumpla la función de apuntar la pieza, es decir mover los mecanismos de desplazamiento del cañón en dirección vertical u horizontal, a quien se llama Apuntador; 3) el tirador, que toma la granada y la introduce invertida, como debe ser, en el cañón, la cual por la gravedad se desliza hacia el fondo del cañón, por lo que hace contacto con un dispositivo electromecánico «que inicia la deflagración de la pólvora que impulsa a su vez la granada».
Asimismo, relata que para accionar un mortero o un cañon existen tres grupos de tropas bastante definidos «y especializados que trabajan en coordinación, porque esas armas tienen la particularidad de que su tiro es curvo y ellos no ven al enemigo ni el enemigo los ve a ellos: la Central de dirección del tiro, que debe estar lejos del cañón. Los observadores adelantados son quienes observan dónde explota esa granada lanzada».
«El hecho de que haya tantos heridos y que el propio comandante esté herido, revela fallas mayores. ¿Qué hace el comandante de la unidad exponiendo su salud y su vida al pie del cañón? En ninguna unidad de artillería el comandante está al pie del cañón que se dispara, y no es porque tenga miedo, solo que esa no es su posición. En el mayor de los casos debe estar a una distancia prudente, 80 a 100 metros, de disparo de las piezas», subraya.