EN: El sistema educativo venezolano no resiste otro año de clases a distancia
Ante las medidas contra el covid-19, alumnos y docentes se las han ingeniado durante más de un año para continuar con el cronograma de clases. Sin embargo, las deficiencias del sistema educativo venezolano solo se han hecho más evidentes desde que el inicio del confinamiento.
Según indica El Nacional, las fallas en los servicios públicos, falta de recursos, daños en la infraestructura de las instituciones y salarios insuficientes son algunos de los problemas que los maestros han denunciado en los últimos años. Con la llegada de la pandemia y la educación a distancia, se evidenció que el sistema educativo no está preparado para trabajar bajo la modalidad de clases a distancia: no todos tienen acceso a herramientas tecnológicas ni Internet y la capacitación del personal docente no ha sido la suficiente.
Para algunos maestros este nuevo curso ha sido más complicado que el anterior: la falta de recursos -económicos y tecnológicos- y la prolongación de las semanas de confinamiento radical han dificultado que los estudiantes puedan cumplir con las asignaciones.
«Los representantes no tienen recursos para comprar teléfonos inteligentes y como ahora hay menos semanas de flexibilización ya no pueden ir a las escuelas a buscar las tareas. ¿Cómo hacen? Este año ha sido terrible y los niños saldrán peor preparados que el anterior», dice una docente de la Escuela República Bolivariana de Venezuela, ubicada en Coche, que prefirió no revelar su nombre.
Desde que comenzó el confinamiento el año pasado cuenta que se ha mantenido en contacto con los representantes de sus alumnos a través de Whatsapp, mensajes de texto o llamadas; sin embargo, hay algunos que no han aparecido. «No todos tienen teléfonos o Internet. En las semanas de flexibilización, cuando se asignan las actividades en el colegio, hay papás que ni se acercan. Es un desastre», se lamenta.
En enero de este año, el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) realizó consulta en doce ciudades del país sobre las fallas en Internet y encontró que solo 34,2% de los encuestados tiene acceso al servicio en sus hogares y, de ese porcentaje, 54,8% reportó padecer fallas diarias en la navegación.
A diferencia de las instituciones públicas, los maestros de educación privada sí han podido mantener constante comunicación con padres y representantes. «Todos cumplen y envían sus tareas por correo y si no pueden me avisan o buscan otra alternativa para mandar sus asignaciones», comenta una docente del Colegio Fray Luis de León, en la avenida Fuerzas Armadas, que también pidió no revelar su nombre.
Aunque el colegio dio algunos lineamientos a los maestros para continuar con las actividades a distancia, cada uno tiene libertad para escoger el canal de comunicación o la plataforma a utilizar para impartir las lecciones. «En el área de matemáticas, específicamente, trabajamos con Zoom. Todo lo demás lo manejamos por correo electrónico, por donde enviar las tareas, y por Whatsapp, donde conversamos sobre las inquietudes», explica.
Fausto Romeo, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones de Educación Privada (Andiep), que en el pasado había una diferencia considerable entre la educación privada y la pública porque en la primera los alumnos contaban con más recursos y herramientas; pero desde que comenzó el año escolar 2020-2021 las fallas constantes en el servicio de Internet han hecho que los estudiantes que pagan por educarse no estén cumpliendo con los objetivos propuestos.
Romeo aseguró que aunque comenzaron el año escolar con optimismo, en noviembre detectaron que el rendimiento de muchos estudiantes había bajado. «Vimos que alumnos de 19 y 20 bajaron a 13 y 14, y los de 13 y 14, reprobaron. El crecimiento de reprobados en el primer lapso escolar fue muy alto, incluso la asistencia ya no fue la misma de antes», afirma.
Los docentes advierten que la pandemia dejará un gran aprendizaje en el sector educativo venezolano y hará que tanto padres como estudiantes valoren más el esfuerzo que hacen los docentes, considera Romeo. «La educación a distancia llegó para quedarse, pero nunca para sustituir al maestro».
Cuando se pueda regresar a las aulas, bajo una modalidad semipresencial, Pernalete considera que se necesita implementar un plan que permita recuperar los conocimientos y habilidades que no se pudieron desarrollar durante las clases a distancia. «No podemos volver al pasado. En lo que sea que vayamos a tener es necesario que haya la voluntad política y decir las verdades: qué es lo que funciona, buscar a la gente que sabe. No puede ser por la franela. Este país tiene buenos profesionales y estoy segura que ninguno se va a negar a cooperar si ve que la intención es salvar el sistema educativo. También es necesario ver qué están haciendo otros países, no podemos aislarnos».