El País: Gane quien gane Perú tendrá un presidente que no cree en el matrimonio igualitario ni el aborto
Por primera en la historia, Perú tendrá un presidente, independientemente de la elección entre los candidatos Keiko Fujimori y Pedro Castillo, que no cree en el matrimonio igualitario ni el aborto.
Según indica El País, los dos candidatos a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, prevista para junio, la derechista Keiko Fujimori y el maestro radical Pedro Castillo, están, desde un espectro ideológico opuesto, en contra de la igualdad de género, el matrimonio entre personas del mismo sexo y el aborto.
Con el escrutinio al 95%, el docente y sindicalista rural Castillo obtiene el 19% de los votos, mientras que la hija del autócrata Alberto Fujimori y acusada por lavado de activos logra el 13%, 26 puntos menos que los que consiguió en los comicios de 2016. El 12% de electores dejó su papeleta en blanco y hubo un 28% de absentismo pese a que el voto es obligatorio.
Castillo, que defiende desde posiciones de izquierda radical un Estado fuerte, el fin de los monopolios privados y que se acabe «la explotación laboral», es profundamente intransigente ante los avances sociales. El maestro saltó a la escena nacional en 2017 durante una huelga de docentes de dos meses pidiendo mejores salarios y condiciones laborales. Se ha manifestado en repetidas ocasiones en contra del enfoque de igualdad de género en el currículo educativo escolar y del matrimonio igualitario.
También afirmó durante la campaña que se opone a legislar sobre el aborto o la muerte digna. En su tercer intento como candidata presidencial, Fujimori también se opone al matrimonio igualitario y dice ser defensora de la familia, para explicar que no le interesa promover ni reconocer los derechos de la población LGTBI y menos el aborto bajo el supuesto de violación.
Fujimori ha prometido «mano dura» contra la delincuencia y el indulto a su padre (preso con una condena de 25 años de cárcel por delitos de corrupción, robo y homicidio cometidos durante su Gobierno en un contexto de graves violaciones a los derechos humanos).
Sin embargo, hace un mes, un fiscal peruano pidió 30 años de prisión para la candidata y la disolución de su partido, después de una investigación iniciada en 2018 por lavado de activos y por recibir supuestamente aportes millonarios de la constructora brasileña Odebrecht y de un grupo financiero peruano para sus campañas presidenciales de 2011 y 2016.
Ante la segunda vuelta, el escenario de crisis de la política peruana, golpeada con fuerza desde 2016 por la inestabilidad institucional, parece empeorar. Perú ha tenido cuatro presidentes desde entonces, y muchos congresistas usan el cargo para bloquear posibles investigaciones y juicios a los líderes de los partidos, la mayoría por casos de corrupción.
El abogado y profesor Juan de la Puente explica que es «el congreso elegido es mucho más conservador que los que hemos tenido en los últimos años y fragmentado. Esa correlación es interesante porque es muy probable que los sectores conservadores logren una mayoría parlamentaria para darle sostenibilidad a un gobierno de Fujimori o para realizar una oposición dura al gobierno de Castillo».
Según las proyecciones de la prensa limeña, basadas en el conteo rápido de Ipsos Perú y el escrutinio parcial de la Oficina Nacional de Procesos Electorales, la formación Perú Libre, con la que se presentó Castillo, tendría la mayor cantidad de escaños, entre 32 y 35, seguida por Fuerza Popular (liderada por Fujimori), que contaría con una bancada de 24 congresistas. El Parlamento en Perú es unicameral y tiene 130 miembros.