EEUU admite que el diálogo con Irán será “largo” y tendrá “partes difíciles”
Estados Unidos reconoció este martes que el diálogo con Irán para rescatar el acuerdo nuclear de 2015 será un proceso «largo» y tendrá «partes difíciles», aunque defendió que la vía diplomática es el «mejor camino» para evitar que la República Islámica se haga con una bomba nuclear.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, hizo esas declaraciones después del inicio este martes en Viena de una reunión entre Irán y seis grandes potencias, entre ellas EEUU, para rescatar el acuerdo nuclear de 2015, en peligro desde el abandono de Washington en 2018 y los siguientes incumplimientos iraníes.
Recordó que acaban de comenzar las conversaciones y admitió que habrá momentos «difíciles» y será un proceso largo, pero insistió en que Estados Unidos sigue creyendo que en la vía diplomática como «el mejor camino» y el que reportará «beneficios para todas las partes».
Psaki rechazó ofrecer detalles sobre el contenido de las conversaciones, pero dijo que girarán en torno a cómo la República Islámica puede volver a cumplir con ciertas partes del pacto y qué se espera de Washington, al que Teherán pide un levantamiento de sanciones.
De momento, sin embargo, reiteró que no se levantarán las sanciones ni se tomará ninguna otra acción relacionada con Irán para «permitir que las negociaciones continúen».
El objetivo de la reunión en Viena es llegar a un acuerdo sobre las condiciones a las que deben acceder Irán y EEUU para volver a cumplir y formar parte del pacto, respectivamente.
Esta es la primera vez que Washington envía una delegación a conversaciones sobre el pacto nuclear desde su salida en 2018 por orden del entonces presidente Donald Trump (2017-2021).
No está previsto que los representantes estadounidenses e iraníes se sienten en la misma mesa a negociar. Los contactos entre ambas delegaciones se producirán a través de intermediarios, que se desplazarán entre un hotel y otro, ante la negativa iraní de mantener conversaciones directas.
La delegación estadounidense está liderada por el emisario estadounidense para Irán, Robert Malley, quien se encuentra en un céntrico hotel de Viena, a pocos metros de otro en el que se reúnen las delegaciones de Irán, China, Rusia, Alemania, Francia y el Reino Unido, los demás países que firmaron el acuerdo hace seis años.
Pese a no haber un contacto directo, la cita en Viena permite «una interacción en tiempo real», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en una rueda de prensa.
Al ser preguntado sobre los comentarios que hizo en Twitter el coordinador de la comisión sobre el acuerdo, el español Enrique Mora, quien dijo que la reunión de este martes ha sido «constructiva», Price recordó que Washington no participa en la reunión de los signatarios.
Pero sí insistió en que las conversaciones de Viena «son un paso bienvenido, son un paso constructivo y potencialmente un paso lleno de utilidad».
El portavoz tampoco aclaró cuánto tiempo durará la reunión, pero posiblemente durante «buena parte de la semana» y explicó que Malley tiene un horario «flexible». «Creo que no tiene en mano un billete de regreso», añadió Price.
Una de las mayores dificultades en este proceso es que el nuevo presidente de EEUU, Joe Biden, quiere que la República Islámica dé el primer paso y acabe con sus incumplimientos del acuerdo como una señal de buena fe; mientras que Teherán considera que Washington debería ser el primero en actuar porque fue ese país el que abandonó el pacto. EFE